Después de varias horas, el consejo de administración del Real Mallorca ha logrado firmar la paz. | J. Morey/J. Torres

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Y al final, aquí paz y después gloria... al menos de momento. El Mallorca cerró una jornada maratoniana con la escenificación de una paz artificial -propiciada tras las disculpas de los consejeros Biel Cerdà y Miquel Coca al director general Pedro Terrasa-, la marcha de la familia Nadal del consejo de administración -por el descrédito tras la marcha de Laudrup- y el principio de acuerdo alcanzado con Joaquín Caparrós para que asuma los mandos del equipo hasta final de la presente temporada. Además, la jornada concluye con Pedro Terrasa, al que los aliados de Serra instaron a dimitir, más reforzado que nunca...
El consejo, tras una maratoniana reunión que se prolongó durante seis horas, apostó por «pasar página, enterrar el pasado y mirar al futuro» para taponar la hemorragia abierta en los últimos días tras las declaraciones de los consejeros Miquel Coca y Biel Cerdà acusando al director general Pedro Terrasa de conspirar en contra de Llorenç Serra Ferrer. Tres días después de prender fuego al mallorquinismo, Jaume Cladera ejerció de nuevo de bombero para apagar todos los incendios.
«Terrasa ha expresado su lealtad al consejo, mientras que Cerdà y Coca han presentado sus disculpas. Lamentamos la imagen proyectada en los últimos días», señaló el presidente en el inicio de una rueda de prensa de una hora de duración, en la que también tomaron parte Serra Ferrer y el alemán Utz Claassen. «Empezamos de cero, aunque es evidente que esto no puede volver a suceder. Tenemos que sacar este proyecto adelante sin fisuras», indicó Cladera.
Seis horas antes de esas declaraciones, el portavoz de la familia Nadal en el consejo, Fernando Martos, había comunicado su decisión de abandonar el consejo por la «incompatibilidad» de Miquel Angel Nadal de ocupar un cargo en el órgano de gobierno y, a la vez, formar parte del cuerpo técnico. «Miquel Angel continuará las responsabilidades deportivas que considere oportunas el consejo».
Serra Ferrer fue más lejos al afirmar que Nadal, que seguirá como accionista aunque no formará parte del consejo, «estará en el cuerpo técnico de Joaquín Caparrós» a pesar de que el entrenador sevillano se desplaza a la Isla -tiene previsto llegar hoy a Palma- con su habitual equipo de colaboradores que integran «un segundo, un preparador físico y un entrenador de porteros».
La marcha de la familia Nadal de la entidad se oficializó, a través de los propios interesados, mientras el consejo seguía reunido. Y es que la cumbre, que se había iniciado a la una del mediodía, no concluyó hasta las siete de la tarde...
Después de escenificar la paz, Serra Ferrer también habló de Pedro Terrasa: «No es una cuestión de él o yo porque recuerdo que fue Pedro el que me empujó a este proyecto porque yo estaba a punto de firmar con el Betis...».
Serra Ferrer admitió estar «arrepentido» por la sensación de «descontrol» que ha transmitido la entidad, aseguró que Caparrós era la mejor opción a pesar de que hace apenas unas semanas desmintió cualquier contacto con el técnico utrerano. Días más tarde, es el elegido. Un capítulo más de la paz artificial escenificada ayer en las entrañas de Son Moix.