Luis Aragonés. | Michel's

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Llorenç Serra Ferrer sigue rastreando el mercado en busca de un inquilino para el banquillo del Mallorca y por el camino ya se ha topado con los primeros problemas. Sobre todo después de que su principal candidato para ocupar ese puesto, Joaquín Caparrós, rechazara ayer la propuesta planteada por el máximo accionista y director deportivo. El técnico utrerano, que había empezado la temporada dirigiendo al Neuchatel suizo, no aceptó las condiciones económicas del club balear y su caché resulta ahora mismo inasumible en Son Moix. Ante ese obstáculo, la propiedad ha activado la segunda posibilidad de la lista y ha iniciado las gestiones para la llegada de Luis Aragonés, que en el caso de fructificar podrían abrir la puerta a una tercera etapa del exseleccionador en la Isla.
Sin el nombre de Caparrós sobre la mesa, la posibilidad de rescatar a Luis Aragonés continúa cobrando volumen. El Sabio de Hortaleza, que la última vez que dirigió a un equipo en la Liga fue precisamente al Mallorca (2003-04), estaría dispuesto a iniciar una nueva aventura en el Iberostar Estadi, un escenario en el que se siente especialmente cómodo y en el que ya ha firmado grandes tarjetas de presentación.
Además de aplicarle su sello a una de las mejores temporadas que ha completado el Mallorca en su historia, Luis Aragonés es el técnico con mayor recorrido que hay ahora mismo en el fútbol español y tanto su experiencia como su conocimiento del campeonato le convierten en una opción válida y asequible. A sus 73 años, el madrileño ha entrenado 25 temporadas al máximo nivel y pretende volver a la actividad, por lo que contempla la opción de un nuevo regreso con ilusión.
El primer ciclo de Aragonés en la capital balear se escenificó durante la campaña 2000-01. El equipo, pese a sus complicados comienzos, cerró el ejercicio de manera increíble y se agarró por segunda vez en su historia a la tercera plaza de la Liga para sacar el billete hacia la Liga de Campeones.
Luis Aragonés se marchó después al Atlético y volvió al club en 2003 como sustituto de Jaime Pacheco. Disputó la UEFA y cuajó otro curso más que aceptable que le allanó el camino hacia la selección española. Fue ahí donde su manual arrojó los mayores dividendos con la conquista de una Eurocopa histórica (2008). Después de tocar el cielo probó fortuna en el Fenerbahce, con el que no pudo acabar la temporada y desde entonces no ha vuelto a poner el chándal.