PALMA - ENTRENAMIENTO DEL REAL MALLORCA | Monserrat

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Pep Lluís Martí recupera los galones y el Mallorca, el oficio en la sala de máquinas. El capitán bermellón, desaparecido desde la primera jornada por lesión, ha dejado atrás las molestias que le habían impedido poner su experiencia al servicio del equipo para protagonizar una de las mejores noticias que ha recibido Michael Laudrup en los últimos tiempos. El balear, reintegrado plenamente en el grupo durante los últimos días, reaparecerá el domingo para duplicar los recursos del técnico en el primer partido en rojo del calendario.

A sus 36 años, Martí ejerce como uno de los grandes faros del vestuario y regresa a la acción con un discurso optimista que contrasta con la delicada situación del Mallorca después de conectar tres victorias seguidas.

Unión

«La clave es estar juntos, no perder la ilusión», apuntaba ayer desde la sala de prensa de Son Bibiloni. «Los triunfos te dan más confianza y te hacen más grande. El equipo tiene que notar que ganando la gente va a creer en nosotros y a su vez, que nosotros lo hacemos en nosotros mismos porque transmites seguridad al compañero de al lado. Los resultados marcan mucho pero sí es verdad que estamos haciendo las cosas bien y el bloque no tiene que tener problemas para sacarlo adelante. Debemos estar unidos y no perder la unión de la caseta».

El centrocampista tampoco cree que haya motivos para preocuparse a pesar del mal momento por el que atraviesa el Mallorca y recuerda que esto es sólo «el inicio de la Liga», antes de argumentar su postura: «Hay mucha gente joven y nueva por lo que hay que acoplarse. Hemos tenido mala suerte en algún partido, pero en casa hemos creado ocasiones. Lo importante es no bajar los brazos e intentar sumar cuanto antes».

En ese mismo sentido, a Martí tampoco le inquietan los pobres registros rojillos de cintura para arriba. «Hemos hecho un gol en cuatro partidos y no se puede esconder, pero hay que intentar crear ocasiones y cuando lleguemos intentar definir. Hasta el momento, por mala suerte o porque no ha habido acierto, no se ha encontrado. Pero el domingo será otro día e igual en la primera jugada marcamos. En el fútbol la fortuna también influye», avisa.

El jugador mallorquín también es partidario de aparcar cuanto antes esas diferencias que se han ido destapando fuera del campo para organizar un frente común que saque a la formación de Son Moix de la depresión que padece. Ve a Laudrup «con la ilusión del primer día» y apuesta por seguir al pie de la letra el trabajo encomendado por el entrenador para que «el Mallorca esté donde tiene que estar». Según él mismo subraya, el danés es uno más de este grupo que lo que quiere es lo mejor para el equipo».

En cualquier caso, Martí también entiende que el encuentro del domingo va a resultar vital a corto y largo plazo, ya que cataloga a la Real Sociedad como un rival en la carrera por la permanencia. «Llevan muchos años jugando con el mismo sistema teniendo nuevo entrenador y que se conocen mucho a pesar de las nuevas incorporaciones. Es un equipo difícil de batir pero tenemos nuestras armas y hay que contrarrestarlo porque no se nos pasa otra idea por la cabeza que llevarnos tres puntos».

Martí, además, se vestirá de nuevo corto ante el que fue su último equipo antes de instalarse en la plantilla de Mallorca, ya que defendió la camiseta de la Real media temporada en 2008.