Pereyra celebrando un tanto. | Monserrat

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Michael Laudrup vuelve a vivir pendiente de lo que ocurre dentro de la enfermería. El entrenador del Mallorca, que redactará este mediodía la lista de conovocados para viajar a Málaga en busca de la permanencia, debe resolver todavía las dudas de dos de sus futbolistas más utilizados durante la temporada: Jonathan de Guzman y Michael Pereira. El holandés de origen canadiense sigue arrastrando molestias musculares, mientras que el francés todavía no ha podido entrenar al cien por cien debido a los problemas que sufre en el tobillo desde el pasado lunes. Tras varios días de trabajo en las instalaciones interiores de la ciudad deportiva, ambos volvieron ayer al césped para probarse, aunque hasta hoy no serán evaluados de forma definitiva y no se sabrá si pueden formar parte de la expedición.

Mal momento

La baja de De Guzman sería ahora mismo la más dolorosa para el equipo balear, que se desplaza a Málaga con el deseo de superar al fin el muro de los 40 puntos para zanjar el asunto de la permanencia y disfrutar del último tramo del torneo sin temor a los sobresaltos finales. Al excentrocampista del Feyenoord le persisten las molestias a nivel del músculo poplíteo de su rodilla derecha y aunque asegura que ha notado cierta mejoría, no puede asegurar su presencia en La Rosaleda. «Hoy (por ayer) ha sido el primer día de volver al campo. He hecho calentamiento con el equipo, pases y centros. Me veo bien, pero no estoy seguro de poder estar el sábado y mañana (hoy) se decidirá», apuntaba ayer el mediapunta.

De Guzman viene además de cuajar una excelente actuación ante el Sevilla que le había devuelto la confianza. A él y al equipo. El internacional sub'21 holandés tiró del Mallorca durante buena parte del encuentro, marcó el ritmo del juego y se reencontró con el gol después de una excelsa acción individual. «Al terminar el partido estaba contento por haber ayudado al equipo, pero muy decepcionado conmigo mismo por haber desaprovechado esa ocasión del último minuto que suponía tener los tres puntos. Después, tanto los compañeros como yo nos quedamos contentos con el resultado», recuerda al respecto el jugador.

En cuanto a Pereira, protagoniza una situación similar a la de su compañero aunque su problema nació de forma distinta. El centrocampista galo sufrió una entrada de Martí Crespí durante la sesión del lunes que le dañó uno de los tobillos y le obligó a abandonar el campo de entrenamiento con la ayuda de sus compañeros. Desde entonces, apenas ha podido ejercitarse con normalidad y únicamente ayer volvió a pisar el césped para medir su estado de forma.

En el caso de ausentarse Pereira, que ya se perdió la cita del pasado fin de semana por acumulación de amonestaciones, las opciones de Laudrup a la hora de edificar su equipo de cintura para arriba se recortarían de manera notable. En cualquier caso, el buen momento de Akihiro Ienaga y Sergio Tejera, la recuperación de Gonzalo Castro, la polivalencia de Emilio Nsue o la vuelta de Webó (también reaparece tras cumplir un partido de sanción) aseguran que el Mallorca acuda a Málaga en condiciones de pelear por los tres puntos.

La otra incógnita del once mallorquinista reside en el lateral izquierdo, donde el técnico ha ido alternando en las últimas jornadas a Kevin García y Ayoze Díaz. Laudrup dirigirá hoy el último entrenamiento y acabará de preparar el asalto a la salvación.