Emilio Nsue, con las camisetas de Mallorca y Rela Sociedad.

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Después de lanzar todo tipo de avisos y probarlo durante años, Emilio Nsue López (Palma, 1989) lo ha conseguido. El canterano no sólo cuenta con un espacio provilegiado en la plantilla del Mallorca, sino que se ha erigido también en una de las noticias más agradables del fútbol español en estos primeros dos tercios de campaña. Marcado desde hace tiempo como la gran esperanza de Son Bibiloni, el balear cuenta ya con un papel principal en el grupo de Laudrup. Fundamental en el último triunfo ante el Athletic, regresará el lunes al escenario donde se concentran algunas de las mejores imágenes de su carrera. En Anoeta creció, maduró y se recicló como futbolista. Y ahora, al volver la mirada, le resulta imposible difuminar esa sonrisa que lleva siempre dibujada en el rostro. Ambicioso y descarado, Emilio reconoce que la Real siempre será para él un club especial y está convencido de que su equipo puede pelear por algo más que la permanencia. «Sólo hay que intentarlo», proclama.

-Se acerca uno de los encuentros más especiales del ejercicio, ¿qué recuerdos guarda de Anoeta?

-Será muy especial porque todos los recuerdos son bonitos. Le tengo mucho cariño a la ciudad de San Sebastián, a mis ex compañeros de la Real y a sus aficionados, que siempre me trataron genial. Antes y después del partido será todo extraño, pero durante el juego intentaré hacerlo lo mejor posible porque es un partido muy importante y queremos ganarlo. Sería un paso enorme hacia nuestro objetivo.

-¿Se puede decir que fue allí donde nació el nuevo Emilio?

-Estoy muy agradecido por todo lo que me ayudó la Real Sociedad y por el trato que me dieron mientras estuve allí. Me reconvirtieron en un futbolista de banda y aprendí muchísimo. Había un gran nivel, se trabajaba muy bien y además jugué muchos minutos en Segunda División, que es una liga muy competitiva. En cualquier caso, también sé que todavía me queda mucho por aprender.

-¿Qué tal era su relación con el técnico, Martín Lasarte?

-Muy buena. Hablábamos mucho, me daba consejos y estaba siempre muy pendiente de mí. Se portó muy bien conmigo y me alegro mucho de que le vayan bien las cosas este año. Ojalá que después de jugar contra nosotros todo le siga funcionando. Sólo puedo decir cosas positivas de él.

-Por lo que dice, su experiencia en la Real mereció la pena

-Sin duda. Mi carrera todavía es corta y una de las cosas más positivas que he vivido fue esa. He conocido a otra gente, he vivido en un ambiente distinto al de aquí y tuve la suerte de ser campeón de Segunda y de experimentar y celebrar un ascenso con una afición increíble. Nunca lo olvidaré y los llevaré siempre en el corazón. Esta semana he hablado con Griezmann y con el míster y estoy en contacto con otros muchos de mis ex compañeros. Ellos ya saben que les deseo lo mejor a partir del martes.

-Dejado atrás todo aquello, parece que su carrera continúa en ascenso y que se sigue superando año a año.

-Es mi primer año en Primera y voy poco a poco. En Castellón creo que hice un buen año, al igual que con la Real. Y esta temporada creo que lo estamos haciendo muy bien. Después de los problemas del club nadie se lo esperaba, pero estamos dando la cara y ojalá pronto logremos el objetivo marcado. Después, ¿quién sabe? Si lo hacemos y podemos mirar un poco más allá, mejor.

-Parece que ha llegado el momento de volver a ganar fuera de casa y adelantar a un rival que está a la altura del Mallorca

-Va a será muy difícil y el partido será parecido al del Athletic. Tienen un equipo muy físico que además es fuerte técnicamente y, de hecho, pocos equipos han podido ganar en Anoeta. En cualquier caso, nosotros sabemos que podemos hacerlo.