Jaume Cladera firmó ayer con la CAM un convenio de ayuda para las escuelas deportivas de la Fundació en Palma. | Monserrat

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El Real Mallorca endurece su discurso contra la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, después de que ésta manifestara que la ciudad «no está en condiciones de tener dos estadios de fútbol». Ayer Jaume Cladera, en su cargo de presidente del club fue interrogado por estas declaraciones y por la postura del Mallorca respecto a lo que es un primer tratado de intenciones por parte del equipo de gobierno en Cort.
«Hay que convencer con argumentos, no con ideologías radicales», contestó Cladera a Aina Calvo. Y es que el club es consciente de que los actuales responsables del Ajuntament no facilitarán las cosas para que el club balear pueda hacer realidad su sueño de regresar a los terrenos de los que dispone en Es Fortí. «Los ciudadanos elegimos a los políticos. La idea de que no puede haber dos estadios no es valida», insistió Cladera.
El presidente recordó que el Iberostar Estadi es un lugar donde ni el equipo ni la afición se siente bien por muchos motivos. «Son Moix no es un campo de fútbol, es un sitio donde jugamos porque no hay otro, pero no nos gusta», recordó el presidente de la entidad balear.


Detalles

Cladera insistió ayer en la idea expuesta ya por este periódico el pasado miércoles cuando exponía los principales detalles del anteproyecto que será presentado el mes de marzo, dos meses antes de que se celebren las elecciones autonómicas y municipales. Inicialmente el presidente desveló que el proyecto tendría un presupuesto que rondaría los cien millones de euros y que se necesitaría de capital privado y de varios inversores para poder llevar a cabo la idea que tiene en mente el consejo de administración del Mallorca. Cladera recordó que no se puede sólo abordar la construcción de un campo de fútbol propiamente dicho sin que exista una oferta complementaria que permita que los inversores puedan rentabilizar su aportación y que a su vez suponga una nueva fuente de ingresos para el club. Si esto puede llevarse a cabo, el estadio se construirá, en caso contrario, el proyecto quedará en un mero tratato de intenciones. Cladera quiere argumentos porque de momento las explicaciones que ha dado la alcaldesa no han convencido a nadie dentro del club y la entidad continúa con su idea adelante a la espera de que una vez más todas las partes puedan reunirse y seguir conversando respecto al futuro de los terrenos que el Mallorca junto a los copropietarios poseen en el centro de Palma.
La afición del Real Mallorca ha manifestado su entusiasmo ante la idea planteada por el consejo del club, pero de momento la prudencia domina todas las manifestaciones de una hinchada que sabe de las dificultades que entraña poder realizar cualquier tipo de actuación en el campo del Mallorca.
La experiencia es un grado en este sentido y de momento los seguidores asisten con prudencia a todos los movimientos que se están desarrollando desde que el pasado martes el club hizo públicas sus intenciones. Dejar Son Moix y volver al centro de Ciutat es el gran anhelo de toda la familia rojilla prácticamente desde el mismo día en que el club abandonó el Sitjar para jugar en un estadio con pistas de atletismo y que enfría el ambiente al máximo.