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Los gestores del Real Mallorca dan prácticamente por perdida la posibilidad de competir la próxima temporada en la Europa League. El pesimismo se ha instalado en Son Moix una vez que la UEFA ha vuelto a exigir al club la documentación que ya aportó en su día a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que es la encargada de conceder la licencia y que en su momento ya dio el visto bueno a la información facilitada desde la SAD balear.

La decisión del organismo que preside Michel Platini ha sido calificada de «sorprendente y extemporánea» por parte del Real Mallorca, que a través de un comunicado ha considerado como «irregular a todas luces» el procedimiento que ha reiniciado la UEFA. Y es que dicha asociación quiere revisar ahora, a falta de 72 horas para emitir su veredicto, el proceso que ya había realizado la RFEF.

Las presiones realizadas por el Villarreal en los despachos parecen haber surtido efecto hasta el punto de que la UEFA se dispone a estudiar un caso cuya única competencia es de la RFEF.

El conjunto bermellón también ha anunciado que trasladara la medida adoptada por la UEFA a la Administración Concursal. Cabe recordar que la juez María Encarnación González, que supervisa el concurso de acreedores de la SAD balear, instó a través de un auto a la UEFA y a la RFEF a que se abstuvieran de retirar la licencia concedida. El nuevo procedimiento iniciado por el organismo que rige el fútbol en el viejo continente contraviene el requerimiento realizado el pasado 29 de junio.

El conjunto mallorquinista se ha apresurado en explicar a través de un comunicado oficial que «no dudará en emprender ante las instancias judiciales cuantas acciones legales estén a su alcance para defender los intereses económicos del club, que podrían verse gravemente perjudicados por las mencionadas actuaciones».

El optimismo que trasladó el presidente del Real Mallorca, Josep Pons, a varios miembros del consejo de administración está realizando un giro de 180 grados. Pons defendió que sus contactos con Villar y Platini habían obtenido un saldo positivo, pero ayer quedó en el aire una participación europea que quedará resuelta definitivamente el jueves.