El tenista manacorí Rafael Nadal saluda al público en la central de Roland Garros tras superar a Robin Haase. | Reuters

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En su retorno a la pista central de Roland Garros, el escenario de sus mayores glorias, el mallorquín Rafael Nadal fue un ciclón en la segunda ronda de Roland Garros contra el holandés Robin Haase, 46 del ránking, un pegador que comprobó que el nivel del manacorí está a punto para su décima Copa de los Mosqueteros.

En una hora y 49 minutos, Nadal, cuarto cabeza de serie pero principal favorito para la victoria final, se deshizo de un tenista que hace siete años le llevó hasta los cinco sets en la segunda ronda de Wimbledon y que hoy cayó por 6-1, 6-4 y 6-3.

«Estoy contento de volver a la Philippe Chatrier, el año pasado fue muy duro para mi, pero esta es la pista más importante de mi carrera», dijo el español desde la pista.

«Trato de estar fuerte en cada momento, no siempre es posible, pero trabajo siempre para estar al mejor nivel a lo largo de toda mi carrera», señaló.

Nadal aseguró que este jueves por la mañana preparará su siguiente duelo, que le enfrentará por un puesto en los octavos de final con el georgiano Nikoloz Basilashvili, y por la noche disfrutará de París, «una de las ciudades más bonitas del mundo».

El torbellino del mallorquín asfixió de entrada al holandés, de la misma edad pero de características y palmarés opuestos, un fantasma en la Chatrier frente al inquilino más laureado en esa pista.

Fue tanto el dominio de Nadal que las conclusiones que se pueden sacar son pocas. No cedió ninguna vez su servicio, ni siquiera tuvo que levantar una bola en contra, se movió bien sobre la tierra batida hasta borrar a su oponente.

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Perdió solo dos juegos de los 9 primeros y aunque a mitad del duelo su intensidad bajó un punto, fue suficiente para cerrar un partido que siempre estuvo bien encarrilado.

En el tercero rompió el saque de su rival en el quinto juego y conservó la ventaja para poder celebrar la victoria.

El ganador de Montecarlo, Barcelona y Madrid, el que todo el mundo señala como principal candidato a su décimo Roland Garros, ha recuperado la superioridad que durante años ejerció sobre sus rivales en la tierra batida.

Solo ha dejado escapar 14 juegos en sus dos primeros partidos y, aunque la entidad de sus rivales no es suficiente para sacar conclusiones, sí para demostrar que Nadal vuelve a ser el conquistador.

No parece que su siguiente rival vaya a cambiar esa trayectoria. Basilashvili, de 25 años y 63 del mundo, nunca se ha medido contra el mallorquín.

Este miércoles superó contra pronóstico al serbio Viktor Troicki, pero hasta esta edición de Roland Garros nunca había ganado un partido en la tierra batida parisiense y solo en el Wimbledon de 2015 logró avanzar rondas.

Las semifinales del pasado torneo de Lyon son su mejor resultado de la gira de tierra, marcada por la eliminación en primera ronda en Montecarlo y Estambul y en segunda en Barcelona.