La plantilla del Palma Futsal y las autoridades celebran la consecución de la Copa Intercontinental en el Palau de Son Moix. | Pere Bota

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Con la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, por los aires siendo manteada por los jugadores del Palma Futsal. Así, de esta forma tan peculiar, arrancó el homenaje que recibió el reciente campeón de la Copa Intercontinental. Después de un vuelo interminable y sin tiempo para descansar, los campeones del mundo aterrizaron en Son Sant Joan a primera hora del sábado para recibir el calor de los seguidores que se acercaron hasta la terminal de llegadas. Allí estaban el alcalde de Palma, Jaime Martínez, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés y la presidenta del Govern. De repente, entre el director general José Tirado, el capitán Carlos Barrón, Gordillo y Bruno Gomes, no dudaron en mantear a Marga Prohens, que reaccionó con sorpresa y una amplia sonrisa.

Posteriormente, tras recibir los aplausos de los allí presentes, los jugadores del Palma Futsal se montaron en el autobús descapotable que les paseó por las principales vías de Ciutat. Al filo de las once y cuarto de la mañana llegaron a su centro de operaciones, al Palau d’Esports de Son Moix, donde recibieron el cálido homenaje de los más fieles.

La música del sonido de cláxones de los coches acompañó a la comitiva gran parte del recorrido a medida que los viandantes del centro de la ciudad que se cruzaban con los campeones les felicitaban desde las calles.

El fin de fiesta fue en el Palau Municipal d’Esports de Son Moix ante centenares de seguidores que se acercaron para celebrar el título con los jugadores, una cifra más que considerable para un acto de este calibre un sábado al mediodía.

Uno a uno, plantilla y cuerpo técnico fueron saliendo a la pista entre dos columnas de fuego, con música de fondo y entre los aplausos de la grada. El recuerdo a Miquel Jaume estuvo presente en todo momento en el acto.

Tras los discursos de la presidenta regional Margalida Prohens; el presidente del Consell Insular del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés; el alcalde de Palma, Jaime Martínez; y el presidente de la FFIB, Pep Sansó, José Tirado, Antonio Vadillo y Carlos Barrón, el capitán ofreció el trofeo a los aficionados reeditando el momento en el que levantó la copa en Brasil tras la final.

Todos los presentes bajaron a la pista tras el acto para fotografiarse con el trofeo y con sus ídolos. En ese momento, la presidenta Marga Prohens volvió a ser manteada sobre la pista.

Lo que ha logrado el Illes Balears Palma Futsal se recordará a lo largo de toda la historia como un caso insólito y extraordinario por ser capaz de lograr lo que casi nadie ha conseguido. Un club de un deporte minoritario como es el fútbol sala, que salió de la nada, de un patio de colegio y formado por un grupo de amigos, y que consiguió ser el elegido como el mejor equipo del mundo, ganar un título europeo, otro de índole mundial y recibir un tratamiento y un cariño de la gente como si de un club de fútbol o una estrella mediática se tratara.

Es de los pocos equipos que contagia a la gente, que hace que muchos se identifiquen con sus valores, que reúne a todas las autoridades sean del partido que sean, que ha sido capaz de cambiar el estatus de un deporte para ponerlo de moda y convertirlo en masivo y el único que ha sido capaz de que mantear a su presidenta del gobierno autonómico luciendo su camiseta del club porque es una aficionada más y que todas las autoridades luzcan orgullosos la bufanda del equipo orgullosos de lo que representa. Es una de las conclusiones que se extraen de todo lo vivido este sábado en la llegada de los campeones de la Intercontinental a Palma y la celebración por el primer título mundial.