La plantilla y el cuerpo técnico del Mallorca Palma Futsal posa sobre el parquet de Son Moix antes de recibir este sábado al Manzanares. | Palma Futsal

TW
0

Regresa la Primera División de fútbol sala tras el descanso navideño. El Mallorca Palma Futsal retoma la competición este sábado a las 20:00 horas, en el Palau Municipal d’Esports de Son Moix, con el primer partido del año con el que abre la segunda vuelta de la Liga. Los pupilos de Antonio Vadillo reciben al Quesos Hidalgo Manzanares en un partido trampa para los de Antonio Vadillo, que llevan tres semanas sin competir y vuelven a escena con bajas importantes para el partido y varias dudas. Carlos Barrón fue expulsado en el último partido y no podrá jugar y tampoco Hossein Tayebi, que está en su país por temas burocráticos y no ha podido regresar a tiempo para jugar el partido. Además, hay varios jugadores que arrastran molestias por lo que hasta horas antes del partido no se podrá saber a ciencia cierta con qué jugadores cuenta Vadillo, que ha citado a los porteros juveniles Chechu y Jaume, además del pívot Nil Tent.

El encuentro supondrá el regreso a la competición con el objetivo de mantener la misma dinámica de resultados y juego de la primera parte del curso. Los palmesanos finalizaron la primera vuelta en la segunda posición a cuatro puntos del líder y ahora comienza el objetivo de tratar de mantener la posición en la fase regular de cara al futuro playoff, además de dar continuidad a las sensaciones para la Copa de España que se jugará en menos de un mes en Granada.

El conjunto palmesano está demostrando una gran regularidad este curso y un nivel de solvencia extraordinario en su feudo convirtiendo el Palau Municipal d’Esports de Son Moix en una fortaleza de la que no se ha escapado ni un punto hasta el momento, ganando los once partidos oficiales que han jugado en casa. Cerraron el año con cuatro victorias consecutivas en el mes de diciembre y ahora buscan mantener la misma línea en este mes de enero donde, además de la Liga, inician su andadura en la Copa del Rey, una competición que se les ha resistido en los últimos años y que trae un gran recuerdo de la final que jugaron en Sevilla hace seis años.