José Tirado posa en las gradas de Son Moix. | Jaume Morey

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Lanzada la cuenta atrás para el inicio de la temporada, el Palma Futsal exhibe de nuevo su discurso más ambicioso ante un ejercicio marcado por las restricciones de la pandemia y la incertidumbre que rodea al deporte y la sociedad. El director general deportivo, José Tirado, pasa revista al presente y el futuro más inmediato de un proyecto que crece y aspira a consagrarse con un título.

Ha costado y ha habido mucha incertidumbre, pero al final tendremos Liga y fútbol sala...

—Se ha hecho eterno. Por la incertidumbre hasta el playoff exprés y después sin saber cuándo íbamos a volver a entrenar y competir. Hemos vuelto a ver la luz, necesitamos a la gente, porque vivimos del público de los patrocinadores, y gracias a las instituciones, en especial al Govern, hemos avanzado y la muestra será el Ciutat de Palma.

¿En qué medida ha podido sacudir al club la pandemia?

—Lo ha hecho fuertemente. Nosotros teníamos la plantilla cubierta y hemos hecho un esfuerzo al intentar mantener el proyecto deportivo con una realidad económica difícil. Somos conscientes de que hemos de trabajar para recuperar el déficit que nos causará la COVID-19, porque nosotros trabajamos con mucha antelación. Tienes responsabilidades que cumplir... Tenemos 3.100 socios que suponían un ingreso sobre el 20% del presupuesto y no los tenemos; algunos patrocinadores se han caído y otros no podrán aportar lo mismo... Además de hacerlo deportivamente bien, debemos compensar este hándicap. Gracias a Dios las ventas de Ximbinha y Mati Rosa estaban presupuestadas para este año y eso es una ayuda.

¿Resulta difícil convivir día a día con esa incertidumbre?

—Lo es. No sabes qué va a pasar en seis meses, sino que no sabes qué pasará la semana que viene... Hoy por hoy, mantener un club deportivo lleva consigo tener fe, porque la planificación resulta complicada. Es al día. Gestionar un club de élite es un desafío.

Pese a todo, se han reforzado con nombres de peso. ¿Qué tiene este equipo que no tenga el de la pasada temporada?

—El mejor fichaje del Palma Futsal es la continuidad del bloque. Hemos conseguido tener la fuerza como club de poder mantener el 90% de esa base. Tener a Marlon es un lujo, es uno de los mejores cierres del mundo. Se fue Nico (Sarmiento) y hemos traído a otro portero de talla internacional como Fabio, y ya teníamos cedido a Claudino, un jugador de calidad. Creamos una identidad propia de equipo y club.

¿Será el año del Palma Futsal?

—Creo que todo el mundo, e incluso muchos rivales, se alegrarían de que el Palma Futsal ganara un título. Pero hay que ser claros y realistas: ya no tenemos a tres ‘grandes’. Ahora, hay ocho que pelean por lo mismo. Nosotros queremos tener un equipo competitivo para intentar jugar finales y, cuando lleguemos, intentar ganarlas. Es la mejor liga del mundo y cada vez se hace más complicado, pero a ilusión, nadie nos gana. Algún día llegará ese título, pero ganar es difícil.

¿Qué supone añadir a su estructura una sección de voleibol dentro de esta estrategia de club?

—El Palma Futsal es un club diferente. Siempre hemos intentado que sea algo más que un club de fútbol sala, apoyándonos en nuestra masa social. Nos diferenciamos por nuestra masa social y con la entrada del Urbia U Energía en estos momentos, creíamos que era una oportunidad para ayudarles e involucrarnos. Porque compartimos valores y una filosofía que nos puede llevar a situar al Palma como referente dentro de este deporte. Es un reto tener a dos equipos en sus máximas categorías y ambos queremos que peleen por todo.

En el contencioso entre RFEF y LNFS ustedes han mostrado su posicionamiento. ¿Cree que se debe trabajar únicamente en beneficio de su deporte?

—Nos sentimos Liga Nacional de Fútbol Sala, pero también nos sentimos Federación, pues mantenemos una excelente relación con la Federació de Futbol de les Illes Balears, con la que hemos trabajado para que el fútbol sala en las islas crezca, y la mejor muestra son los resultados a nivel de selecciones y en el número de licencias. Evidentemente, creemos que la Liga Nacional de Fútbol Sala es la mejor del mundo, un ejemplo a nivel estructural. Agradecemos que la RFEF quiera apostar por nuestro deporte, pero no hay que destruir lo logrado. Gracias a la LNFS, el Palma Futsal es un referente y la asociación de clubes debe continuar, con autonomía propia.

Tanto del sector público como privado, ¿se han sentido respaldados en estos momentos de crisis?

—El Palma Futsal ha podido seguir al mismo nivel gracias a sus patrocinadores. Son parte de nuestra familia. Tenemos más de 60 y sólo podemos darles las gracias por su implicación y esfuerzo. A nivel de instituciones, me han sorprendido para bien. Empezando por Carles Gonyalons y el Govern, para agilizar y desbloquear situaciones, siendo conscientes de la necesidad de los clubes y la importancia de la afición. También al IME, que más que nunca se ha volcado, y desde el Consell también se han movido. Ese apoyo es clave y lo será para dar viabilidad a los clubes.

La afición es su motor. ¿Qué mensaje les lanza desde aquí?

—Les hemos sentido cerca y esperamos volver a verles en Son Moix. Les pedimos paciencia y comprensión y haremos todo lo posible para que puedan disfrutar del fútbol sala. Su respuesta ha sido de 10, emocionante.

Estreno este sábado en Son Moix ante ElPozo Murcia

Este sábado, el fútbol sala vuelve a Son Moix. Y lo hace con todo un clásico de la Primera División que servirá de pista de pruebas en la cuenta atrás para el inicio de la temporada para Palma Futsal y ElPozo Murcia Costa Cálida, que se verán las caras en el Palau d’Esportsd (18:15 horas) en el marco del Trofeu Urbia Services THB Hotels Ciutat de Palma. Una cita con aforo limitado a mil espectadores que el club confía en completar y que supondrá el reencuentro con la afición isleña.