Primož Roglič del equipo Jumbo-Visma gana la decimoséptima etapa de la Vuelta a España con final en el Alto de Angliru. | Manu Bruque

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La decimoctava etapa de la Vuelta a España, la segunda de las grandes citas asturianas, es la última de la grandes jornadas de montaña incluidas en el recorrido en esta edición de 2023, en el que el Puerto de La Cruz de Linares es una de las mayores novedades y de sus principales atractivos. Será la de este jueves una etapa más larga de lo habitual este año en la Vuelta en las etapas de montaña más importantes (Tourmalet, Larra-Belagua, Angliru), que han sido en general muy cortas, y que acumulará 4.100 metros de desnivel positivo. Bastante más que el día anterior hacia el Angliru. Serán casi 180 kilómetros salpicados de puertos hasta terminar en la inédita La Cruz se Linares, un muro de 8,3 kilómetros al 8,6 por ciento de que se subirá dos veces y que tiene un primera mitad tremenda siempre por encima del 10 por ciento y rampas de hasta el 16. A partir de ahí, se suaviza un poco, llega otra rampa al 11, hay un falso llano y se termina en una cuesta más llevadera.

Por si no fuera a ser suficiente esa doble subida a La Cruz de Linares para seleccionar al pelotón, previamente los corredores deberán superar el también durísimo Puerto de San Lorenzo, otra mole. En este caso de 9.9 kilómetros al 8,6 por ciento con dos tramos al inicio de la subida y al principio de la segunda mitad siempre por encima del 10 y con tramos de hasta el 16 por ciento. Dos falsos llanos tras esos dos tramos darán un poco de aire a los ciclistas, a los que espera en la meta una rampa también muy dura con un pico al 13. No se queda ahí toda la dureza de la jornada, ya que los otros dos altos del recorrido, aunque de menor entidad, también tiene lo suyo. Porque el primero, el Alto de Estacas (Segunda), son 5,1 kilómetros al 7,1 por ciento; y el segundo, el de Tenebredo (Tercera), son 3,4 al 9,5 con un kilómetro al 13 por ciento, entre el 2 y el 3, medio kilómetro al 16 y rampas de hasta el 22 por ciento. Una etapa para empezar a desvelar qué corredor del Jumbo será el que levante los brazos en Madrid. La lucha entre Kuss y Vingegaard está servida.