Sebastián García Grout, en el campo de Son Gual el pasado viernes. | Pere Bota

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Sebastián García Grout nació en 1981 en Bedford (Inglaterra), pero a los pocos meses ya vivía en Mallorca con su madre inglesa y su padre gaditano. Ambos son grandes aficionados al golf y ellos, junto a su tío, un enamorado de Severiano Ballesteros, le metieron el ‘veneno’ del golf en las venas. García Grout se proclamó de nuevo Campeón de Baleares de golf tras tres disputadas jornadas disputadas en el campo de Alcanada. «Lo he sido tantas veces que no sé qué número hace» explica al día siguiente en Son Gual, uno de sus campos preferidos y al que le tiene un cariño muy especial por temas personales. «»

¿Cómo se desarrolló el campeonato?
—Han sido tres días muy competidos, con mucho calor, algo de lluvia, viento, parones...He ganado jugando mal, no muy mal, pero lejos de mi nivel. Y he vencido también porque la he ‘cagado’ menos. En el hoyo 18 del tercer día tenía un putt para ganar, pero me pasé dos metros. Menos mal que lo metí y que Toni (Ferrer) falló el suyo de tres metros porque si no nos hubiéramos ido al playoff.

En esta ocasión ha quedado segundo Antoni Ferrer Mercant, campeón el año pasado.
—Sí, con Toni hemos jugado muchísimas veces y es un buen chico. Desde mi punto de vista creo que ha abandonado demasiado pronto la idea de jugar el circuito europeo (actualmente DP World Tour). Considero que tiene calidad suficiente para ello.

Usted fue el primer mallorquín que logró la tarjeta.
—Sí, y mi intención es volver a intentarlo. Ahora estoy en un momento de mi vida con la tranquilidad suficiente y las ganas para ir a por ello.

Usted ha ganado el Campeonato de Baleares en innumerables ocasiones. ¿Éste es especial?
—Ganar siempre es especial y te da una satisfacción. Hace poco más de un año fui padre y en los últimos tres meses he podido dedicarme más al golf porque durante mucho tiempo me he dedicado a cuidar de mi pareja, que sufría ataques de epilepsia casi a diario. En este torneo me ha hecho de caddie y se estrenó en 2020 cuando también gané el Campeonato de Baleares. Sólo con recordarlo me emociono. En el Golf de Capdepera y sobre todo aquí, en Son Gual, siempre se han preocupado por cómo estaba Cristina, mi pareja.

¿Cree que en su anterior etapa podría haber logrado más éxitos?
—Estoy muy contento con mi carrera. Soy un apasionado del golf y siempre lo he vivido con mucha intensidad, quizás demasiada. El jugador de golf de alto nivel necesita un equilibrio, que alrededor las cosas estén tranquilas y funcionen. Por circunstancias de la vida, en mis años de plenitud tuve una pareja que tenía tres hijas, que no eran mías. Me hice cargo de ellas, pero no era la situación más favorable para tener una carrera golfística de éxito. El golf es un deporte con una carga mental muy importante y mucha presión. Quien no conoce este deporte le cuesta entender, pero se juega cada semana fuera, tienes la presión de lograr un buen resultado y un dinero para jugar la semana siguiente...es complicado.

Usted tiene el récord del mundo con su vuelta de 58 golpes en Murcia en la primera ronda del Campeonato de España de 2009. ¿Fue más positivo o negativo ese resultado para su carrera profesional?
—Fue positivo desde el punto de vista personal. Mi tío me metió en la cabeza que se puede hacer birdie en cada hoyo. Además, se dio la circunstancia de que a la meditación que ya llevaba practicando desde hace mucho tiempo le uní la visualización. Cuando esa mañana llegué al putting green era con si viera las líneas en el green que llevaban al hoyo. Y en el campo era como si estuviera ‘tocado’ por el de arriba.

Y a la jornada siguiente hizo 66, que también era una gran vuelta.
—Sin duda. Le doy incluso más mérito. Estuve haciendo entrevistas hasta las diez de la noche y con una expectación que el día anterior no había.

Y ganó el torneo.
—Sí. Fue una gran alegría pero también significó el peor momento. En la entrega de premios, el presidente de la Federación Española de Golf (Gonzalo Escauriaza) dijo que iba a recibir una invitación para jugar los siete torneos del Circuito Europeo que se disputaban en España, per luego no fue así y me llevé una decepción tremenda que me hizo perder la ilusión y las ganas por el golf.

¿Cuál cree que ha sido su mejor faceta dentro del campo?
—Ha ido por etapas, pero en general diría que el juego corto. Me considero muy creativo, influenciado por el gran Ballesteros.

Esta semana se disputa el Open Británico...
—Estuve a punto de jugarlo en dos ocasiones. En una me quedé fuera por un golpe y en otra por dos. Me hubiera encantado. Me gustaría que si no lo gana Jon Rahm que venzan McIlroy o Tommy Fleetwood.