El nadador mallorquín Sergio de Celis. | Pilar Pellicer

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Los relevos han dado un nuevo impulso, aire fresco y necesario a la natación masculina española. Las finales en el Mundial de piscina corta de Melbourne y las plusmarcas nacionales de 4x50, 4x100 y 4x200 libre, además del 4x100 estilos rubricaron las buenas vibraciones que dejó la cuarteta española, rozando la medalla con una vibrante cuarta plaza en el Europeo de Roma, con un 4x100 libre que devolvió a muchos la ilusión.

De estos logros ha participado el mallorquín Sergio de Celis Montalbán (Palma, 2000), actualmente en el Sabadell y formado en el Palma, quien descansa en la Isla tras su paso por Australia y la Copa de España de clubes (participó en el Mundial de Budapest), valorando «las aportaciones individuales» a esos relevos que se basan en «un equipo joven, que está a gusto y eso nos ilusiona de cara al futuro», asegura De Celis, centrado en los 100 metros libre en materia individual, pero sabedor de que «los relevos han crecido y madurado hasta ver que se puede estar en finales, y por eso creo que se debe apostar por estas pruebas», asegura el pupilo de José Antonio del Castillo y Antonio Jiménez.

Los grandes resultados de 2022 se basan en su crecimiento «a la hora de competir, donde he aprendido mucho. Pero quiero seguir mejorando, clasificarme para el Mundial de Fukuoka, pelear por las semifinales y bajar mi marca en 100 libre», además de luchar «por la final con el relevo».
La confianza de sus entrenadores, aprender de la técnica de los rivales y trabajo. Esos argumentos basan la filosofía del hombre récord de la natación balear masculina. «Y ojalá pueda nadar en París...», reflexiona ilusionado.