Guardiola, este lunes en Pula Golf. | Pilar Pellicer

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Como cada año por estas fechas, Pula se convierte en un campo de estrellas. El Golf Resort del Llevant de Mallorca acoge desde este lunes una nueva edición del Legends Trophy, un evento apadrinado por Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, que trae a la Isla a leyendas del mundo de fútbol como Ruud Gullit, Ronald Koeman, Bernd Schuster, Gabriel Batistuta o Laurent Blanc, además de otros directivos y técnicos que durante unos días cambian el balón por los palos mientras disfrutan de un torneo que ha terminado siendo un clásico del calendario a las puertas del verano.

Fútbol aparte, uno de los nombres mas repetidos este lunes en Pula es el de Rafael Nadal, que el domingo levantaba al cielo de París su decimocuarto trofeo de Rolad Garros. «No tengo palabras, parece que todo el mundo se las ha acabado», explicaba al respecto Guardiola. «Parece imposible y cada vez lo vuelve a hacer. Y según parece, con muchas dificultades físicas por los problemas que tiene. No hay adjetivos para calificar la carrera de Rafael, es espectacular», apuntaba el entrenador catalán, que no pudo ver la final contra el noruego Casper Ruud. «Tengo la impresión de que si su cuerpo aguantara seguiría alargando el ciclo». Cuestionado sobre si Nadal es el mejor deportista español de la historia, Guardiola lo tiene claro. «Diría que sin discusión», destaca. «En deportes colectivos estaría también Gasol y creo que España ha dado muy, muy buenos deportistas, como Severiano Ballesteros en su momento con el golf. Hay y habido muchos y muy buenos atletas, pero lo que ha llegado a hacer Rafael durante tantos años es muy difícil de repetir».

«Siempre me preguntaba: ¿por qué Rafa es el de Madrid?», contaba Bernd Schuster antes de salir al campo de golf. «Van en la misma línea, catorce uno y catorce el otro», añadía el alemán. «Da gusto verle, no nos perdemos nunca un partido de él y es de esos deportistas por los que me levantaría a las tres de la madrugada para ver jugar».

Miquel Àngel Nadal, exfutbolista y tío del tenista, compartía unas impresiones parecidas a su regreso de París, donde presenció en directo la final contra Ruud. «Es un caso extraordinario, un deportista con unas capacidades extraordinarias. Estamos muy contentos por lo que hace, durante tanto tiempo, es muy difícil. Habrá un día, como todos, en el que haya que poner un punto y final. Este año ha seguido superando dificultades y ya ha ganado los dos grandes. Yo tengo la ilusión de poder seguir yendo a París porque me encanta», añadía.