La imprudencia de una espectadora ha provocado este sábado una multitudinaria y peligrosa caída en la primera etapa del Tour de Francia, entre las localidades de Brest y Landerneau.
Una aficionada que seguía el transcurso de la carrera desde el arcén y con un cartel en la mano que pretendía mostrar al paso de las cámaras ha sido la responsable del incidente. El grueso del pelotón llegaba a su altura justo en ese momento y el ciclista alemán del Jumbo Tony Martin chocaba contra ella antes de irse al suelo y provocar una gigantesca montonera.
El incidente, que se producía a unos 45 kilómetros para el final de la etapa, ha afectado a casi todo el pelotón y ha provocado incluso el abandono de algún corredor por las heridas sufridas. El ciclista mallorquín Enric Mas se libraba de irse al suelo, aunque algunos de sus compañeros del Movistar, como Marc Soler, sí que se veía afectado.
Cuando el ritmo de la carrera parecía reestablecido, se producía otra grave caída a unos cinco kilómetros del final que volvía a causar estragos en el pelotón y que dejaba a varios corredores fuera de combate.
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No es la primera vez, ni será la última, que un espectador provoca un accidente. Si a esa mujer le pusieran una sanción ejemplar y que lo supiera todo el mundo, a lo mejor dejarían de hacer el imbécil en las carreras. Una imprudencia puede acabar con la carrera de un ciclista.
Si este despropósito llega a suceder en la VUELTA CICLISTA ESPAÑOLA menuda algarabía se habría montado.
Y luego otra caída múltiple por la caída de un ciclista en medio del pelotón.