Robert Marchand, en una reciente imagen. | UCI

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El ciclismo mundial ha perdido a su decano. El francés Robert Marchand fallecía este sábado a los 109 años de edad en su residencia de Mitri Mory, dejando tras de sí una figura que marcó a muchos corredores veteranos, siendo un ejemplo de longevidad y pasión por su deporte.

Marchand, nacido en Amiens en 1911, se hizo famoso a nivel mundial por seguir en activo rebasados los cien años de edad, aventurándose a realizar plusmarcas de la hora mientras pudo seguir montando en bicicleta. De hecho, en enero de 2017, a la edad de 105 años, había recorrido 22.547 kilómetros en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, en París.

Antes de llegar al ciclismo, Marchand se inició en el boxeo con su padre, y tras ello probó suerte en la gimnasia, siendo en 1924 campeón de Francia dentro de la modalidad de Pirámide o Torres.

En 1934, Robert Marchand trabajó como entrenador de gimnasia, y por entonces se introdujo en el mundo del ciclismo, aunque ya se compró su primera bicicleta en 1925 y ganó su primera carrera los 14 años, aunque presentando un nombre falso, pues debía tener al menos quince años para participar.​

Pese a tener cierto talento, se le consideró demasiado pequeño para ser profesional. Por ello dejó el ciclismo hasta 1937, cuando regresó a la práctica activa en pista y en la carretera.

Su mayor fama le llegó siendo centenario y continuando dando pedales y desafiando, al tiempo y a sí mismo, con sus apariciones en los velódromos. La pasada noche, Robert Marchand nos dejó, y con él se fue uno de los personajes más carismáticos a nivel mundial en el mundo del ciclismo.