Un instante de la competición. | RFEP

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Marcus Cooper Walz (RCN Portopetro) completó un fin de semana perfecto en la Copa del Mundo de piragúismo, que ha tenido lugar este fin de semana en la pista de Szeged (Hungría). Si el mallorquín lograba el sábado el oro en K2 500, junto a Rodrigo Germade, este domingo dobló éxito con el mediático e ilusionante K4 500 español, que se impuso en la final para lograr un triunfo que eleva sus expectativas de medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Clasificado directamente para la final de K4 500 como primero de su serie clasificatoria, el equipo español, formado por Marcus Cooper Walz, Saúl Craviotto, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo, salió a por todas y ya en el primer parcial (250 metros) dominaba con un crono de 39.48 que les ponía por delante.

Y no fallaron Marcus y compañía, que acabaron llevándose el triunfo y el oro en la Copa del Mundo, con un tiempo de 1:22.15, 65 centésimas menos que sus grandes rivales por la gloria olímpica en Tokio, los alemanes Renschmidt, Rahue, Liebscher y Lemke, plata con 1:22.80. El bronce fue para Bielorrusia.

La Copa del Mundo era la prueba test del K4 500 español tras cerrar su proceso de selección, y desde este punto ya focalizará todas sus miras en la gran cita del verano para Marcus Cooper Walz y sus compañeros: los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que el balear peleará por su segunda medalla tras el oro logrado en K1 1000 metros en Río 2016.