Javier Sanz, presidente de la Real Federación Española de Vela. FOTO:PERE BOTA | Pere Bota

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Avalado por su experiencia al frente del Real Club Náutico de Palma y de la Copa del Rey, y tras ser artífice del saneamiento de la Real Federación Española de Vela (RFEV) como vicepresidente económico, Javier Sanz (Madrid, 1950) da un paso al frente y asume el timón de este deporte con un proyecto de unidad desde su presidencia recién estrenada y que persigue potenciar la imagen del organismo.

-Presidente de la Federación Española de Vela. La culminación de un largo camino, pero también una enorme responsabilidad...

-Han sido unas elecciones muy largas. Pero sí, es un honor ser un responsable de la vela española y supone una alta responsabilidad. La quiero ejercer con trabajo, rigor y humildad.

-¿Es un proyecto que se empezó a ‘cocinar’ tras su salida?

-Es complejo, pero hace meses que estamos tras esto. Los plazos y los procedimientos son largos y complejos. Y más con la pandemia encima, que lo complica todo, especialmente el contacto con los estamentos. No es lo mismo telemáticamente que en persona. Se llega menos y se transmite menos incluso. Era un reto personal, y es una lástima el retraso en las elecciones, pues desde noviembre hemos perdido unos meses valiosos. La Federación ha estado parada, pero ahora entramos con toda la ilusión.

-¿En qué estado se ha encontrado a este organismo?

-Dejé hace un año la Federación, y la verdad es que la veo saneada, sin apenas novedades. En mi proyecto, más que cambios, proponemos mejoras en la gestión. La parte patrimonial y económica la resolvimos en su momento, y eso es importante de cara al futuro. La encontré como la dejé: estabilizada.

-¿Tendrá acento balear su equipo o su junta directiva?

-Aquí hay dos pilares; por un lado, una Asamblea en la que Balears tiene un peso importante a nivel de clubes, deportistas y la propia territorial; por otro lado, la junta directiva representará todo el colectivo de la vela, no sólo Balears. Será un equipo amplio, en el que todos los estamentos tendrán cabida. En mi equipo cuento con gente como Chimo González Devesa (vicepresidente deportivo), y con otras personas, como Catalina Darder (vicepresidenta), nueva presidenta de la Balear. Por su experiencia y por lo que pueden aportar.

-En su programa, era clave la unidad de toda la vela.

-El primer objetivo es consolidar el tema económico. El segundo, reconstruir o reencontrar a todos los integrantes de este deporte, sin excepción alguna. Todos debemos ir en la misma dirección, dentro del mismo barco, todos los que nos apoyaron y los que no.

-Recuperada la solvencia en las arcas, ¿ahora toca generar nuevos recursos para la RFEV?

-No debemos nada a nadie en este momento. A partir de aquí, en la parte económica, ahora nos toca generar nuevos recursos. La mayoría de ingresos vienen por subvenciones públicas, finalistas. Y un 20% vienen de ingresos propios. La meta es cambiar o invertir esta proporción: poder tener y generar más recursos propios para ser más independientes y dedicar más recursos al deporte. Para todas las clases.

-¿Y el proyecto deportivo, en qué bases se sustenta?

-La parte deportiva está bien estructurada. Apostamos por la cantera en su día para generar futuros olímpicos. Ahora, podremos tener un equipo olímpico y preolímpico, este último pensando más allá, en 2024. Un deportista no se hace en 2 o 4 años. Es fruto de mucho trabajo.

-¿Qué expectativas se manejan de cara a los Juegos de Tokio?

-De cara a Río no teníamos los medios para dotarles de garantías, no había recursos y el resultado se tradujo en cero medallas. Ahora, la tendencia se ha invertido y eso hace que lleguemos con opciones de tres medallas, mínimo, y diplomas. España volverá a recuperar su lugar.

-¿Cuáles son sus planes para el CEAR de Santander?

-Es una herencia. Trasladamos la sede de la Federación a Santander por motivos económicos y seguirá estando ahí, pero vamos a crear una sede social en Madrid, con función logística. Pero la vela es un deporte itinerante, en función del escenario de las competiciones, los regatistas eligen lugares con condiciones similares. Por eso, respetaremos el criterio de los técnicos.

-Un punto importante son los clubes y el futuro de algunos de ellos, como el Náutico de Palma...

-Sin los clubes náuticos, no existiríamos. Tienen una inseguridad jurídica importante. Los pertenecientes a las Comunidades, tienen las concesiones; los que pertenecen a Puertos del Estado, están en apuros. Aquí y en otras comunidades. Para el Real Club Náutico de Palma, es un golpe duro. Por eso les apoyaremos, a todos.