Fachada del CEAR de vela Príncipe Felipe de Santander. | RFEV

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La polémica generada por la presencia del grueso del equipo olímpico de vela en el Centro Específico de Alto Rendimiento (CEAR) de Santander y el malestar generado en el Consejo Superior de Deportes (CSD) al considerar que vulneraba la normativa que decreta el estado de alarma en España por la crisis del COVID-19 han tenido repuesta por parte de la Real Federación Española de Vela (RFEV).

Desde hace unas semanas, una quincena de deportistas, capitaneados por el jefe del equipo español, Santi López-Vázquez, se encuentran confinados en el CEAR Príncipe Felipe, donde realizan trabajo físico y táctico, además de preparar sus embarcaciones para el regreso al mar cuando finalice el periodo de encierro obligatorio.

Entre ellos están los baleares Paula Barceló (49erFX) y Joan Cardona (Finn), que tras estallar la crisis y cancelarse el Trofeo SAR Princesa Sofía, decidieron poner rumbo a Santander para poder seguir, con limitaciones, con su trabajo de puesta a punto dentro del CEAR.

Desde la Española se les propuso a los deportistas esta medida que, según la RFEV, «la mayor parte del equipo acogió con agrado, y de manera voluntaria, confinándose en su casa común de Santander, donde no pueden entrenar, pero sí trabajar en otras facetas más técnicas de su especialidad, siempre bajo la supervisión de la doctora de la Federación Española», reza la nota de la RFEV.

Según el organismo, se le comunicó al Consejo Superior de Deportes (CSD) y a las autoridades la presencia de los regatistas en el CEAR, y reconocen desde la Federación Española que «el CSD recomendaba el cierre del mismo, a lo que esta federación respondió que el CEAR estaba cerrado al público, permaneciendo en él sólo los deportistas del equipo, ya que venían de una situación potencial de riesgo, sin tener respuesta posterior» a esta comunicación.

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Las alarmas se desataron cuando un deportista, tras dos semanas de confinamiento, tuvo síntomas de leve fiebre, un cuadro que se resolvió en pocos días. La RFEV confirma que se informó al Servicio Cántabro de Salud, que determinó «un aislamiento de dos semanas para todos ellos».

Al paso de las críticas ha salido la presidenta de la Federación Española de Vela, Julia Casanueva, quien explicó que la decisión de reunir a los deportistas en el CEAR de Santander «es lo más responsable que podíamos hacer y se planteó de manera voluntaria. Habían estado dos semanas con cientos de deportistas de distintas nacionalidades conviviendo y mandarles a casa hubiera sido un riesgo para la salud de nuestros deportistas y su entorno». Igualmente, la mandataria añadió que «nuestra labor no es sólo velar por la salud de nuestros deportistas, sino también impedir que el virus se expanda más, como hacemos todos los ciudadanos».

La RFEV ha solicitado hace días, por escrito y a las autoridades pertinentes, que se les comunique la manera de obrar, una petición que reiterarán con el fin de acatar las indicaciones de las autoridades sanitarias competentes.

Mientras, los deportistas continúan con sus rutinas y muestran su disposición a seguir confinados en Santander durante el estado de alarma. Es el caso de la campeona mundial de 49erFX, Paula Barceló, quien desea «que tanto Federación como CSD lleguen a un acuerdo y podamos seguir aquí y no nos echen. Las condiciones sanitarias son correctas y, si supiéramos que no era lo correcto, no hubiéramos venido».