El ciclista español se levantó con fiebre, según reveló su director, Sean Yates, y hasta en cuatro ocasiones visitó al coche de su equipo durante el ascenso al puerto de Cantó. | YOAN VALAT

TW
0

El español Alberto Contador abandonó este domingo en la novena etapa del Tour de Francia, entre la localidad española de Vielha y la estación andorrana de Arcalis, tras haber sufrido dos caídas en las dos primeras jornadas y haber perdido 3.20 en la general con respecto al británico Chris Froome.

El ciclista de Tinkoff, ganador del Tour en 2007 y 2009, se levantó con fiebre, según reveló su director, Sean Yates, y hasta en cuatro ocasiones visitó al coche de su equipo, a cola de pelotón, durante el ascenso al puerto de Cantó, segunda dificultad montañosa de la jornada.

A pocos kilómetros de culminarlo, cuando quedaban algo más de 100 kilómetros para la meta de la estación andorrana de Arcalis y tras haberse disputado unos 80, decidió bajarse de la bicicleta y subir al coche de su equipo haciendo gestos de que no podía seguir adelante.

Aunque al término de la etapa de ayer había asegurado que retirarse no estaba entre sus planes, el ciclista no ha podido superar los problemas físicos y finalmente dejó la carrera por segunda vez en dos años, tras haber abandonado en 2014 al sufrir una caída en el descenso del Petit Ballon. Son las dos únicas veces que ha abandonado en el Tour de Francia.

En esta edición del Tour la suerte no ha estado del lado del ciclista del Tinkoff, de 33 años. Contador perdió tiempo en tres de las ocho primeras etapas del Tour, sobre todo por las consecuencias de las dos caídas sufridas en las dos primeras etapas.

En la primera, antes de llegar a Utah Beach, se le fue la rueda delantera y sufrió heridas en todo el costado derecho de su cuerpo. Al día siguiente se vio implicado en otra segunda caída que le afectó al gemelo derecho, lo que le impidió pedalear con fluidez.

Ese segundo día, cuando la etapa acababa en Cherburgo, el ciclista se dejó 48 segundos sobre el grupo de favoritos en el puerto de tercera previo a la meta, donde se impuso su compañero de equipo Peter Sagan.

Tres días más tarde, en el primer contacto con la media montaña en el Macizo Central, con meta en Le Lioran, también de tercera categoría, se dejó otros 33 segundos tras un acelerón del francés Romain Bardet al que respondieron todos los grandes.

Finalmente ayer, en la segunda etapa de alta montaña en los Pirineos, el ciclista se dejó 1.41 segundos con respecto al defensor del título, el británico Chris Froome, que ganó la etapa y se vistió de amarillo.

Ante tantos problemas, el equipo Tinkoff había decidido dar galones de jefe de filas al checo Roman Kreuziger, el mejor situado en la general a 34 segundos de Froome.