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El suizo Roger Federer y la estadounidense Serena Williams resolvieron con solvencia su debut en la presente edición de Roland Garros, que vivió este domingo una primera jornada tranquila, en la que el checo Tomas Berdych y la polaca Agnieszka Radwanska también lograron avanzar a segunda ronda.

La sesión dominical, un tanto descafeinada, sirvió para arrancar la quincena pero también de 'aperitivo' al gran día que se espera mañana, cuando está previsto que debuten Rafa Nadal y Novak Djokovic, los dos principales favoritos para la victoria final.

El domingo no deparó sorpresas. Federer, que llega a París sin muchos referentes, con pocos días de competición sobre tierra batida, pasó por encima del eslovaco Lukas Lacko por 6-2, 6-4 y 6-2, un resultado que certificó que, acabada la etapa de la paternidad, el suizo está de nuevo a un buen nivel.

Su próximo rival será el argentino Diego Sebastián Schwartzman, un jugador de 21 años, procedente de la fase previa y que hoy disputó su primer encuentro en un Grand Slam, en el que se impuso al portugués Gastao Elias, también procedente de la fase de clasificación, por 6-4, 6-2 y 7-5.

El camino de Federer, cuarto cabeza de serie, parece asequible, al menos hasta que en octavos se cruce, previsiblemente, con un Berdych que hoy mostró su habitual solvencia para acabar con el canadiense peter Polansky, otro jugador procedente de la previa y que cayó por 6-3, 6-4 y 6-4.

El checo, sexto favorito, se medirá contra el kazako Aleksandr Nodovyesov, verdugo del indio Somdev Devvarman por 5-7, 6-3, 7-6 (4) y 6-3.

La jornada también deparó la primera victoria del canadiense Milos Raonic, octavo favorito, una de esas estrellas ascendentes del tenis a sus 23 años.

El jugador de origen montenegrino, cuyo tenis está basado en un potente servicio, ha progresado sobre arcilla, como demostró en la semifinal de Roma la pasada semana, donde fue apeado por Djokovic.

En su debut en París, apenas tuvo problemas para vencer al australiano Nick Kyrgios, un jugador invitado por los organizadores y que cayó 6-3, 7-6 (1) y 6-3.

Su siguiente rival saldrá del duelo entre los checos Lukas Rosol y Jiri Vasely.

Tampoco tembló el francés Jo-Wilfried Tsonga, decimotercer favorito, que contó con menos apoyo del público del habitual porque enfrente tenía a otro compatriota, Edouard Roger-Vasselin, que perdió 7-6 (4), 7-5 y 6-2.

El torneo queda pendiente de la estratosférica jornada de mañana, en la que entran en materia los tres primeros de la clasificación mundial.

Nadal, en liza por conquistar su novena Copa de los Mosqueteros, lo hace ante un Robby Ginepri que ha entrado en el cuadro final gracias a una invitación de los organizadores y que campea en el puesto 279 del mundo a sus 31 años y al que el español ya derrotó en 2005 en semifinales del torneo de Madrid cuando se jugaba en pista dura.

Djokovic abre su camino para ganar el único Grand Slam que le falta contra el portugués Joao Sousa, 44 del mundo, contra el que en 2013 solo cedió cuatro juegos en el Abierto de Estados Unidos.

Finalmente, Wawrinka, ganador en Australia del primer Grand Slam de la temporada y que ha generado una gran expectación en París como candidato a romper el mano a mano entre Nadal y Djokovic, debutará frente al español Guillermo García López, al que ha vencido cuatro de las seis veces que se han enfrentado.

En el cuadro femenino, Serena se impuso con calma a la francesa Alize Lim, invitada por los organizadores y que ganó solo tres juegos (6-2, 6-1).

Su rival será la española Garbiñe Muguruza, que a sus 20 años ocupa el puesto 35 del mundo y que hoy derrotó a la estadounidense Grace Min, procedente de la fase previa, por 7-5 y 7-6 (6).

La española sabe que para vencer a la número uno del mundo debe «perderle el respeto» y salir convencida de que puede ganar.