Los jugadores y técnicos del Palma Air Europa posan sobre una de las canastas del Palau d’Esports de Son Moix antes del entrenamiento matinal de ayer. | Pere Bota

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Al ecuador del primer tramo de competición en la LEB Plata, las esperanzas del Palma Air Europa de repetir ascenso, aunque ahora por la vía rápida y como campeón de la liga regular, resultaban utópicas. Colapsado en su juego y castigado por una pésima dinámica de resultados, el equipo entonces dirigido por Maties Cerdà veía desde lejos como sus grandes rivales gozaban de un margen de maniobra que ponía más cuesta arriba la difícil misión de recoger el testigo del Oviedo.


El cambio en el banquillo isleño, con la llegada de Ángel Cepeda, invirtió la tendencia de un vestuario necesitado de una motivación en forma de triunfos.

El monumental tropiezo en Cáceres (58-37), precedido antes de Navidad por la dolorosa derrota en el Toni Servera frente al Fuenlabrada (89-101) dan forma a un lastre que hoy todavía pesa. Especialmente, el average directo con los madrileños, que deberá remontarse mañana (20 horas) en el pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada para apuntalar las opciones de rematar el ascenso a LEB Oro una semana después, en Son Moix y frente al Cáceres. Siempre con el permiso del Prat.

Y es que, tras un inicio arrollador, en el que el Air Europa voló por las posiciones de cabeza de manera habitual, cuatro derrotas en el Toni Servera, tres de ellas seguidas (Prat, Marín y Fuenlabrada) parecieron enterrar buena parte de sus ilusiones.

Cambios
El relevo en el banquillo y la irrupción de Cepeda, junto a la incorporación de Añaterve Cruz, han ayudado a dibujar una tendencia ganadora. Pese a que el peor puesto en la tabla ocupado por el Palma Air Europa ha sido el sexto -con tres victorias de desventaja sobre el líder-, la excepcional segunda vuelta de los nuevos feudatarios de Son Moix, donde precisamente en su estreno perdieron su único partido en ese tramo (ante el Guadalajara, 61-62) les ha permitido llegar al tramo más decisivo, a la penúltima jornada y con el Fuenlabrada a un partido, con plenas opciones de subir evitando el eterno, el interminable playoff. Depende de él mismo el Air Europa, que ganando de más de doce en Madrid y venciendo siete días después al Cáceres será de LEB Oro.

Nueve victorias y una derrota en la segunda vuelta tienen la culpa. Pero también la remozada imagen de un equipo que ha sabido levantar la cabeza cuando quedaba tiempo para rectificar.