Magdalena López procede al corte de cinta. | Alejandro Sepúlveda

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La Serra de Tramuntana volvió a hacer más grande el espectáculo de la Iberostar Challenge en el trofeo que lleva su nombre y en el que los ciclistas demostraron que, además de para coger kilómetros, aprovechan su paso por la isla para exhibir sus buenas maneras cuando se presenta la oportunidad. Y ayer lo hizo el campeón polaco de ruta, Michal Kwiatkowski (Omega Pharma-Quick Step), que de la mano del colombiano Sergio Henao (Sky) reventó la carrera en el tramo decisivo y a seis kilómetros para la meta de Lluc apostó fuerte por el triunfo para irse en solitario hasta la línea de meta y estrenar su palmarés en 2014 en una jornada de frío en el ambiente, pero de calor en ruta.

Fueron 178 los corredores que tomaron la salida en el Trofeu Serra de Tramuntana (152'9 kilómetros). Deià fue el punto de partida y Vicenç Reynés (IAM Cycling) captó todas las atenciones en su localidad natal, aunque sabedor que la victoria parcial era complicada. Hoy puede ser su día. El Lampre Merida salió con todo: el campeón mundial, Rui Costa; el vencedor de la Vuelta a España, Chris Horner -en su estreno oficial con su nueva escuadra- y Damiano Cunego y Bradley Wiggins (Sky) continuó con su trabajo de cara a la montaña.

Tregua

La tranquilidad se instaló en el pelotón en la ascensión inicial a Ca'n Costa, tras la que comenzaron las primeras escaramuzas. Andrey Zeits (Astana) y Frederik Willems (Lotto Belisol) fueron los primeros en probar fortuna y provocaron que, tras ellos, saltaran otras 14 unidades del pelotón. Maxim Belkov (Katusha) y Angelo Tulik (Europcar) se les unieron en el minuto 20.

Fue en el kilómetro 33, tras Estellencs, cuando cobró forma la escapada protagonista del día. El citado Belkov, Tanel Kangert (Astana), Petrc Vakoc (Omega Pharma Quick Step), Antonio Piedra (Caja Rural-RGA), Javier Megías (Novo Nordisk) y Jesús del Pino (Burgos BH) pusieron la directa aprovechando el terreno favorable y la complacencia del gran grupo. Por Calvià la diferencia con él era de 9 minutos, y pese a la ascensión al Coll de Sóller, la sintonía entre ellos se mantuvo. Wiggins y su Sky apechugaban con el trabajo por detrás y fue el Puig Major el que dictó sentencia. La fuga se fue deshaciendo con el paso de los kilómetros y sólo quedaron Megías y Piedra, a la par que Sergio Henao y Tim Wellens animaron al personal por detrás. No contaban con Kwiatkowski, que atacó cuando Wellens dijo basta y junto a Henao enlazó con la cabeza de carrera. El colombiano le tenía ganas a esta victoria, que le arrebató Valverde en 2013, y la historia volvió a repetirse, pero con demasiada antelación. A seis kilómetros de Lluc, Kwiatkowski pensó que era su momento, se lanzó a por todas y le salió bien su afronta. Brazos en alto, el polaco se consagraba en Mallorca.