Llorenç Serra Ferrer y Utz Claassen, durante una rueda de prensa. | J. TORRES

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Utz Claassen apenas ha invertido un par de días para rechazar la oferta de recompra de acciones que le ha trasladado Llorenç Serra Ferrer. De hecho, el consejero alemán ha dado un paso más en la confrontación pública que mantiene con el máximo accionista del Real Mallorca y ha respondido a la propuesta del entrenador de sa Pobla con una petición que también lleva camino de caer en saco roto: la transacción de un 30 por ciento de los títulos de propiedad que tiene en cartera el vicepresidente deportivo o una indemnización económica de 600.000 euros.

Claassen, que ha dado de plazo a Serra hasta el viernes para que acepte o no las condiciones para evitar que acuda a los juzgados, se considera estafado por el «Brujo de sa Pobla» y sus condiciones para cualquier resarcimiento están sobre la mesa.

Pese a declinar hasta tres veces la posibilidad de entrevistarse personalmente con el ejecutivo germano, Serra Ferrer ha acabado reaccionando ante la seria amenaza de una querela criminal por un delito de presunta estafa y el pasado viernes remitió a Claassen una oferta para intentar esquivar la vía judicial. El técnico, en un gesto que es interpretado como un reconocimiento de culpabilidad, se ofreció a recomprar un 10 por ciento de las acciones del consejero alemán por 500.000 euros más intereses. Es el mismo precio que Serra Ferrer hizo pagar a Claassen cuando ingresó en el accionariado de la SAD balear y que acabó abriendo una nueva grieta en el órgano de gobierno de la entidad. El alemán considera una broma de mal gusto el movimiento realizado por su compañero de consejo y le ha reclamado una parte de sus acciones.