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Lo ha ganado todo en el mundo del fútbol, aunque eso no le impide fijarse en los detalles más insignificantes. Vicente del Bosque González (Salamanca, 1950) es el seleccionador español, el hombre encargado de darle forma al sueño de ganar el Mundial y, a su vez, uno de los tipos que mejor conocen las interioridades del balompié nacional. Ayer visitó Mallorca para participar en la Gran Gala del Fútbol Balear, aunque antes pasó revista a todo lo que sucede en el Archipiélago. Y según sus palabras, la Isla tiene muchos motivos para sentirse orgullosa.

 

El primer nombre que se puso sobre la mesa de Del Bosque fue el de Aritz Aduriz. El preparador había comentado recientemente que el delantero bermellón figuraba entre los candidatos a reforzar en breve al combinado y anoche lo ratificó. «Hablé de él cuando tocamos el asunto de los delanteros y de aquellos que tienen posibilidades de venir a la selección, porque manejamos una lista amplia. Hay una competencia grandísima y hay algunos que están por delante», explicaba. «Entre ese abanico está desde luego Aritz, que está haciendo unas temporadas magníficas. Llegó al Mallorca avalado por el trabajo que había hecho en el Athletic, pero aquí se han confirmado todas sus expectativas», insistía.

 

El técnico abundó en el tema y recordó que a la hora de elegir a los hombres que viajarán en junio del año que viene a Sudáfrica no tendrá en cuenta «ni su club, ni su lugar de nacimiento». «Ojalá pueda ser justo en ese punto», añadía.

 

El otro jugador del Mallorca que está en su punto de mira es Borja Valero, a quien conoce perfectamente desde su llegada a la cantera del Real Madrid: «Le conozco desde que tenía diez años, así que le aprecio muchísimo y sé todo lo que ha pasado y cómo se ha desarrollado su carrera. Me alegro mucho de que esté de nuevo en el fútbol español y de que le dé alegrías al Mallorca gracias a su enorme calidad. Tampoco sería extraño que viniera porque ya ha estado en las categorías inferiores de la selección. Siempre tuvo muy buena técnica, calidad y visión de juego». Del Bosque, en cualquier caso, dejó entrever que cuenta con un grupo muy consolidado y que es complicado abrirle la puerta a alguien. «Aunque si alguien lo merece, claro que lo traeremos», matizaba.

 

A la hora de escrutar lo que ocurre en la Liga, a Del Bosque tampoco se le ha pasado por alto la progresión del Mallorca en este arranque de curso o su heroico empate el el Calderón del pasado sábado. «El inicio ha sido buenísimo, principalmente en casa, donde ha jugado con mucha seguridad y ha ganado todos los partidos claramente. Su empate del otro día supone un hecho relevante porque con nueve jugadores supo amargarle la tarde al Atlético y tuvieron fe hasta el último segundo a pesar de sus pocas posibilidades», argumentaba. En esa misma dirección, agregaba que «el equipo está jugando bien y tiene un gran mérito porque sus posibilidades económicas no son las que eran. Se manejan bien y el hombre clave del club es Manzano. Está haciendo un excelente trabajo y la estabilidad del club se debe a su aportación».

 

El conductor de la Roja se refirió además a la situación de Albert Riera, con el que ha contado habitualmente desde su llegada al cargo: «Hablar a diez meses vista de si estará en el Mundial es aventurar un pronóstico que a lo mejor no se cumple. Albert es un chico estupendo y forma parte de un grupo de jugadores que son ejemplares. Como futbolista estamos muy contentos con él y cada vez que ha tenido que jugar lo ha hecho bien».

 

El seleccionador tampoco tuvo reparos en referirse al buen momento que vive el fútbol isleño y citó incluso a algunos de los que han sido sus referentes en ese sentido. «No me precio de ser un enterado del fútbol balear, pero he estado muchos años en un club en el que mi función era captar jugadores y en las Islas siempre recuerdo a una serie de equipos históricos como el San Francisco, el Cide o La Salle, que siempre dieron a muy buenos futbolistas y representaron muy bien al Archipiélago. Aquí siempre ha habido muy buenos jugadores». Palabra de seleccionador.