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El calendario no ha podido deparar un mejor estreno oficial en Son Angelats (17:30 horas). El todopoderoso Ros Casares será la piedra de toque de un Joventut Mariana bajo mínimos, condicionado por las bajas y que pretenderá plantar cara al equipo de referencia en la Liga Femenina. Jorge Méndez no podrá contar con las lesionadas Laura Villaescusa y Paula Seguí, y no podrá exprimir al máximo al recién aterrizado fichaje estrella del segundo proyecto en la Liga Femenina, Eshaya Murphy, cuyo tránsfer llegó a última hora de ayer, arrastrando además un fuerte resfriado. Además, Murriel Page y Gabi Ocete están lejos de su mejor forma.

Por ello, y dado que las primeras pruebas hacen pensar en una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda de Laura Villaescusa -a expensas de la confirmación definitiva-, la entidad isleña ha firmado por dos meses, el mínimo período de recuperación fijado para la directora de juego, a la base francesa Bintou Dieme, de 27 años y 1,67 de altura.

Ferrari se perfila como la rotación de garantías de Ocete, recién salida de una lesión calcada a la que puede padecer Villaescusa. Con Murriel y Murphy en plena aclimatación, puede ser el momento de Bolívar, aunque el peso de juego interior caerá sobre las espaldas de Gisela Vega. En el perímetro, Picornell podría disponer de protagonismo, algo de lo que gozará Knezevic.

«Debemos jugar nuestras armas, aguantar lo que podamos y acoplar a Murphy en la medida que se pueda», explicaba el preparador de un Mariana que tras la puesta de largo de Son Angelats encara tres encuentros vitales para recuperar el vuelo tras el tropiezo inicial en la cancha del Canoe (67-63). Hondarribia, Estudiantes y Girona calibrarán la capacidad de reacción de un Mariana que afronta una misión que se antoja imposible. El Ros de Valdemoro, Milton, Vesela, Montañana, Aguilar, Palau y compañía ya mostró su versión más contundente en su estreno liguero (87-62 al Hondarribia). Eso sí, el Mariana quiere ponérselo difícil.