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Con 200 partidos oficiales con el Mallorca a sus espaldas y un puñado de cicatrices institucionales, Gregorio Manzano (Bailén, 1956) se sincera con Ultima Hora sobre el tapete de Son Moix. La inmensidad del estadio escucha las reflexiones en voz alta de un entrenador que reconoce haber vivido un verano que «jamás hubiera imaginado», que reclama «4 o 5 años» sin cambios de propiedad para lograr la estabilidad y que aconseja a la familia Martí Mingarro una mayor «definición y claridad» sobre su proyecto. «No podemos cambiar de propuesta de la noche a la mañana», apunta un técnico que considera «normal» su relación con el consejero delegado y que no piensa más allá del 30 de junio, cuando expira su contrato.

-Hace dos meses que la familia Martí Mingarro compró el club y pese al buen inicio del equipo, 6º y con el mejor arranque como local de toda su historia, el Mallorca se sigue asemejando más a la casa de los líos.

-Cuando alguien afronta un nuevo reto, tiene que existir un periodo de adaptación mutuo y en eso estamos. En cualquier otra empresa, este cambio hubiera pasado desapercibido, pero cuando hablamos de fútbol, todo es diferente. Hemos tenido bastantes choques, pero la situación se ha ido normalizando a medida que se han ido aclarando algunas cuestiones. Lo más importante es que el equipo cumpla con su trabajo y que logre su objetivo principal para que esta familia, y todos nosotros, podamos seguir disfrutando de la Primera. Debemos remar hacia el mismo lado.

 

-¿Considera que la propiedad ha pecado de inexperiencia en sus primeras semanas al frente de la entidad?

-Para bien o para mal, ya pasé por esa experiencia en el Valladolid (la llegada de Nacho Lewin le apartó del banquillo blanquivioleta). Conozco esa situación de una persona que llega de una empresa externa a otra llamada Fútbol y que cree que se maneja igual que su anterior empresa. El tiempo, lógicamente, demuestra que es totalmente distinto. El fútbol es una empresa de gestión muy difícil, que depende de resultados deportivos domingo tras domingo y donde tienes que dar cuenta a una masa social de aficionados, que en cualquier otra empresa no se tiene, aparte del influjo mediático que tiene este deporte. Son muchos componentes los que existen en la empresa, en concreto del Mallorca, y creo que la familia Martí Mingarro se ha dado cuenta de una realidad que ellos no creían que fuera así.

-¿Le sigue dando consejos a Javier Martí Asensio?-Ya menos porque le he dado tantos (risas)...Pero si alguna vez tengo que darle algún otro, no se me caen los anillos porque todos los consejos son producto de mi experiencia en el fútbol. Le he aconsejado para que entienda que el objetivo final es el rendimiento de una plantilla que debe estar confeccionada bajo unos criterios deportivos en todos los aspectos. Todo ha ido encaminado hacia ese fin y no por ningún ego personal.

 

 

-¿Estos dos últimos meses han sido los más extraños o surrealistas de su trayectoria profesional?

-Ha habido cosas interesantes en mi carrera, pero es cierto que jamás pensé que, por distintos motivos, no iba a disponer de ningún fichaje hasta los últimos días de agosto. La gente parecía estar muy tranquila, pero yo no lo estaba. Eso es cierto. Por eso quizás pude pecar de alguna conducta fuera de lo normal. Porque el campeonato estaba a la vuelta de la esquina y los fichajes no llegaban. Temía llegar a la última semana de pretemporada e ir al mercado, no ya secundario, sino desesperadamente a buscar lo que previamente habías tenido bajo control, pero no había podido firmar. Esa situación no la había vivido nunca.

 

-¿Si Borja Valero hubiera llegado antes, se hubiesen fichado a tantos centrocampistas?

-La plantilla tampoco es tan extensa, pero es verdad que si hubiésemos podidoacia ese fin y no por ningún ego personal.

 

-¿Estos dos últimos meses han sido los más extraños o surrealistas de su trayectoria profesional?

-Ha habido cosas interesantes en mi carrera, pero es cierto que jamás pensé que, por distintos motivos, no iba a disponer de ningún fichaje hasta los últimos días de agosto. La gente parecía estar muy tranquila, pero yo no lo estaba. Eso es cierto. Por eso quizás pude pecar de alguna conducta fuera de lo normal. Porque el campeonato estaba a la vuelta de la esquina y los fichajes no llegaban. Temía llegar a la última semana de pretemporada e ir al mercado, no ya secundario, sino desesperadamente a buscar lo que previamente habías tenido bajo control, pero no había podido firmar. Esa situación no la había vivido nunca.

 

-¿Si Borja Valero hubiera llegado antes, se hubiesen fichado a tantos centrocampistas?

-La plantilla tampoco es tan extensa, pero es verdad que si hubiésemos podido confecciona ese fin y no por ningún ego personal.

 

-¿Estos dos últimos meses han sido los más extraños o surrealistas de su trayectoria profesional?

-Ha habido cosas interesantes en mi carrera, pero es cierto que jamás pensé que, por distintos motivos, no iba a disponer de ningún fichaje hasta los últimos días de agosto. La gente parecía estar muy tranquila, pero yo no lo estaba. Eso es cierto. Por eso quizás pude pecar de alguna conducta fuera de lo normal. Porque el campeonato estaba a la vuelta de la esquina y los fichajes no llegaban. Temía llegar a la última semana de pretemporada e ir al mercado, no ya secundario, sino desesperadamente a buscar lo que previamente habías tenido bajo control, pero no había podido firmar. Esa situación no la había vivido nunca.

 

-¿Si Borja Valero hubiera llegado antes, se hubiesen fichado a tantos centrocampistas?

-La plantilla tampoco es tan extensa, pero es verdad que si hubiésemos podido confeccionar el equipo con más tiempo, seguramente tendríamos un par de jugadores menos.Bien estructurada, bien analizada y bien consensuada, podríamos haber cubierto posiciones con algún futbolista polivalente, pero ya no podemos dar marcha atrás.

 

-¿Le preocupa la falta de apoyo empresarial y su perjuicio económico?

-Tendríamos que valorar si en otros clubes también están existiendo las mismas situaciones. Estamos en un momento de crisis mundial que, indirectamente, también repercute al fútbol. No sé los motivos por los cuales esos patrocinios se retiran, pero cuando una puerta se cierra, otra se abre. Si los contratos han finalizado, harán gestiones para que aparezcan otras empresas.

-¿Cree que la afición está castigando al club por todo lo que ha rodeado la venta de la entidad en los últimos tiempos?

-Podría tener una influencia porque echo de menos a 3.000 o 4.000 espectadores más. No estaría de más que se hiciera un estudio interno de por qué no vienen los aficionados y sus motivos. Sería interesante para extraer conclusiones porque no creo sólo que sea por una cuestión económica. Es evidente que la situación institucional no ayuda. Pero el fútbol de Primera División hay que ganárselo domingo tras domingo y si nos dejamos a la aventura de no estar arropados en casa, estamos jugando en el filo de la navaja.

 

-Aunque estamos al inicio de esta temporada, algunas informaciones apuntan a que la propiedad ya está diseñando el equipo de la próxima campaña 2010-11. Incluso ha aparecido el nombre de Zaccheroni como entrenador. ¿Qué opina de estos rumores que circulan?

-Son informaciones que van a estar saliendo porque en una semana sin fútbol se dicen muchas cosas. ¿El futuro? No lo sé. No sé si el año que viene la propiedad querrá diseñar un equipo de Champions. Ojalá porque eso es lo que quiere todo el mundo, yo el primero y hubiera querido tenerlo este año. Ni sé quien será profesional que venga a dirigir el equipo porque está todo muy lejano. Estamos en la sexta jornada, no tenemos ni la cuarta parte de una permanencia y estos temas no tienen sentido. Nosotros debemos centrarnos en el presente.

-Si ya entramos en las especulaciones, nos espera una temporada complicada porque usted acaba contrato el próximo 30 de junio.

-Puedo asegurar que mi futuro no va a ser ningún culebrón. Al menos por mi parte. Lo más importante es que el equipo logre la permanencia lo antes posible. Llegado el momento, no hay nada más que hacer una declaración de intenciones, que todavía no se ha producido ni nos hemos sentado, hablar ambas partes y tomar una decisión. Si estamos de acuerdo, seguimos y si no, pues cada uno por su lado. Pero ahora no conduce a nada hablar de ello.

-¿No tiene ganas de entrenar en un sitio tranquilo, sin tantos problemas institucionales?

-No me sorprende para nada esta situación porque estoy acostumbrado. El Mallorca es un club muy particular y mis años al frente del equipo me permiten llevar estos contratiempos de una forma muy natural. Lo que más preocupa es que el vestuario esté tranquilo y unido. Lo demás, pues bueno. No es normal que un club tenga tantos propietarios ni tantos presidentes. Ningún club de Primera tiene tal cambio institucional. Ojalá que en un futuro el club tenga 4 o 5 años de estabilidad institucional porque es necesario para que cualquier trabajador, aficionado o futbolista, sepa que hay una estabilidad en la entidad, unas directrices, un proyecto, una línea a seguir y eso es importante. No podemos pasar de jugar con la cantera a ir a por la Champions de un día para otro. No podemos variar tanto el mensaje. Uno tiene que saber realmente qué medios tiene. Qué medios económicos, sociales, deportivos y a qué tiene que aspirar. Y tiene que transmitirlo a su masa social. Por ejemplo, en Gijón nadie se rasga las vestiduras por proclamar que la permanencia es su único objetivo. Aquí parece que nos da vergüenza decir que nuestro objetivo es la salvaciónm como si fuera de poca monta. El Mallorca ha hecho cosas importantes en la historia del fútbol español, pero vivimos en permanente estado de insatisfacción. No sé si será general de nuestra sociedad de ahora o quizás de una falta de lanzar un mensaje por parte de los dueños. Eso sí lo echo de menos.

-¿Cree que los cambios de propiedad han dificultado la estabilidad del Mallorca?

-Cierto. Eso ha marcado. Al hilo de la cantera, quiero recordar que en los cinco últimos años, el filial ha militado en Tercera y un jugador no está preparado para dar el salto a Primera. El año pasado sí que trabajó con nosotros Alberto y eso es un salto. Ahora lo están haciendo muy bien y quizás en un futuro podemos contar con más jugadores del B si planificamos con más tiempo, cosa que este año no ha podido ser. Entre todos debemos mandar un mensaje. 'Esta es la línea que queremos y sobre esta se trabaja'. Eso es lo que debemos exportar a nuestra gente. No estar divagando sobre el proyecto porque lo único que haces es confundir a la gente y no disfrutar de la Liga más grande de Europa.

-¿Cómo es ahora su relación con Javier Martí Mingarro y con su hijo?

-Normal. Bien. Al padre lo veo menos, estuve con él hace dos semanas y con su mujer, y todo bien. De golpe y porrazo Javier Martí y yo tuvimos ese enfrentamiento, pero él se dejó el alma en traer a Borja y se lo agradezco.

 

-¿Qué opina de todo lo que está rodeando a Nando Pons?

-Habría que apartar a Nando Pons en dos aspectos. Primero está el profesional. Desde febrero de 2006, y hablo de memoria, se pueden haber vendido jugadores por una cantidad cercana a los 50 millones; en cuanto a las compras, no creo que hayan llegado a 20 millones de euros. Su trabajo ha sido extraordinario. Pero lo que ha estigmatizado el trabajo de Nando han sido los incentivos que recibió de Vicenç Grande. Para mi punto de vista, Nan