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Es uno de los principales iconos del fútbol moderno, aunque su visión del deporte rey no admite demasiadas complicaciones. Johan Cruyff (Amsterdam, 1947) descansa estos días en Mallorca y mientras mejora su hándicap en el campo de golf de Pula, sigue impartiendo lecciones. El ex entrenador, que ayer atendió a Ultima Hora, se ha olvidado del balón para mejorar su hándicap, pero no pierde de vista la actualidad. Disfruta con su Barcelona, se declara admirador de Gregorio Manzano y asegura que el único problema del balompié son sus dirigentes. El Flaco, en estado puro.

 

-¿No le han entrado aún las ganas de volver a sentarse en un banquillo?

-La verdad es que no. Si quisiera volver a entrenar, ya lo habría hecho.

-¿Pero sigue recibiendo ofertas para hacerlo?

-Sí, siempre hay algo, pero no les hago caso. Siempre he estado en los equipos que me han gustado y nunca lo he visto como un trabajo. Siempre he sido y seré un aficionado. No es que ahora no trabaje, es que no he trabajado nunca.

-¿Cómo se ve el fútbol desde la barrera?

-Si veo al Barcelona disfruto, da gusto verlo. Su manera de jugar, su alegría... Todo el mundo está encantado y con motivo.

-Se habla de que el Barcelona de Guardiola es la herencia del trabajo que hizo usted en el club.

-Para mí es un elogio y me gusta que se me asocie a esos éxitos. En los seis últimos años, entre Rijkaard y Guardiola lo han hecho francamente bien.

-¿Qué le parece Guardiola en su faceta de técnico?

-Basta con ver lo que ha hecho. Sabe manejar perfectamente un vestuario porque ha estado mucho tiempo dentro de uno. En su etapa como jugador ya dominaba muy bien la parte técnica. Mandaba y organizaba a la gente a su alrededor, por lo que no me sorprende nada lo que está haciendo ahora. Tenía vista, posición y capacidad de mando. Igual que ahora.

-¿El Barcelona actual es mejor que su 'Dream Team'?

-Es distinto. Los aficionados de aquella época estaban encantados y los niños de ahora alucinan con éste. Lo que más me gustaba a mí era ver cómo disfrutaban los jóvenes y cómo se identificaban con el club. Por lo demás, no me gusta comparar.

 

-¿Cómo ve la Liga? ¿Cree que es negativo que haya tanta diferencia entre el Barcelona, el Madrid y el resto?

-Es normal, siempre será así. Si te fijas en la liga inglesa también hay cuatro o cinco clubes a mucha distancia del resto porque lo que manda en el fútbol es el dinero. Hay que volver a jugar con cinco jugadores nacionales y un máximo de seis extranjeros para que las cosas se equilibren. Hay muchos clubes que tienen un montón de extranjeros en sus plantillas y muchos de ellos ni juegan. Ese distanciamiento del que me hablaba cada vez será mayor porque estos clubes compran tantos jugadores de fuera que acaban perjudicando a los países de los que proceden. Bélgica o Escocia son el mejor ejemplo y el próximo será Holanda. La culpa, al fin y al cabo, es de los políticos, que se meten donde no les llaman y lo estropean todo.

 

-¿Cree entonces que la única solución es cambiar el reglamento para apostar por gente de la casa?

-Lo he dicho muchas veces: si los políticos no actúan, lo tienen que hacer los clubes. Pero hay tanta mala gestión de los presidentes y tantos egos que el asunto tiene mala pinta. Es como la política, que resulta vergonzosa. Se limitan a atacarse unos a otros en lugar de afrontar la crisis de manera conjunta, ya que es un problema que afecta a millones de personas.

 

-¿Qué le parece entonces que algunos dirigentes de clubes se metan en política?

-Los dirigentes de clubes, en líneas generales, son horrorosos. Igual saben gestionar sus empresas, pero el sport bussines management es totalmente distinto. Y basta con mirar todos los clubes que tienen problemas, que serán en torno al noventa por ciento.

 

-¿Qué opina de Joan Laporta?

-Si ves lo que ha hecho desde que llegó, sobre todo a la hora de expandir el nombre del Barcelona por el extranjero, ha sido un éxito enorme. El nombre y la imagen del club han subido muchísimo y en ese sentido ha realizado un trabajo perfecto.

 

-¿Y de Florentino y su política de fichajes?

-El Real Madrid tenía que reaccionar por muchas razones. Primero, porque su fútbol no era bueno. Segundo, porque debía ayudar a la ciudad en su aventura olímpica. Y tercero, porque será el anfitrión de la próxima final de la Liga de Campeones y debía hacer algo. Si sólo miras la parte futbolística, lo que hizo Florentino este verano puede parecer exagerado, pero si lo analizas en su conjunto y el club se lo puede permitir, me parece bien.

 

-¿Cree que el Madrid puede realmente plantarle cara al Barça?

-Ya lo veremos. Tiene muchos jugadores nuevos y para acoplarlos hace falta tiempo. De momento sólo llevamos un mes de competición y creo que es pronto para decirlo.

 

-¿Entiende las críticas que está recibiendo Pellegrini a raíz de una sola derrota?

-La prensa, normalmente, no tiene los conocimientos suficientes. El fútbol es cuestión de fallos y es muy fácil verlos y atacar. Si juegas tantos partidos, es normal que pierdas y el Sevilla, en su estadio, es un equipo muy bueno y peligroso. Esas críticas me parecen injustas.

-¿Y el Barcelona será capaz de repetir el triplete?

-También creo que hay que esperar. De todas maneras, pienso que es complicado por una sencilla razón: si sólo ha conquistado una vez el triplete en ciento diez años, ¿cómo va a hacerlo dos veces consecutivas? Ellos no tienen que pensar en eso ahora mismo. Hay que ir poco a poco y ver hasta dónde pueden llegar.