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BÀSQUET MALLORCA 96

AGUAS DE SOUSAS OURENSE 77

 

BÀSQUET MALLORCA (20+26+27+23): Joan Riera (25), Berto Alzamora (6), Jeffrey Bonds (16), Marc Blanch (9), Dwayne Northern (12) -cinco inicial- Shaun Green (8), Carles Bivià (4), Llorenç Llompart (2), Israel Pampín (6) y José Amador (8).

 

26 de 40 en tiros de dos; 9 de 27 en tiros de tres y 17 de 20 en tiros libres. 31 rebotes (24 defensivos). 19 faltas cometidas.

AGUAS DE SOUSAS OURENSE (24+20+17+16): Matías Nocedal (7), Seaw Ogirri (15), Yao Koffi (15), Rolando Howell (4), José Arco (9)-cinco inicial- Gonzalo Sánchez (4), Miguel Ortega (0), Alexander Loughton (3), José Antonio Vázquez (0), Rubén Fernández Vila (2), José Manuel Coego (7) y José Luis Fernández (11).

 

21 de 38 en tiros de dos; 6 de 22 en tiros de tres y 17 de 23 en tiros libres. 28 rebotes (21 defensivos). 24 faltas cometidas.

Àrbitros: José Antonio Pagán y Javier Millera. Sin eliminados. Señalaron una falta antideportiva a Loughton.

El Bàsquet Mallorca se lo pasa en grande. Después de estrenar su casillero hace ocho días en Vigo, los de Xavi Sastre volvieron a exhibir lo mejor de su repertorio ante el público del Palau y conectaron su segundo triunfo del torneo entre sonrisas y gestos de optimismo. La magistral dirección de Joan Riera y la buena respuesta del resto del grupo agotaron los argumentos del cuadro gallego, que acabó entregando las armas en un segundo tiempo de una única dirección (96-77).

 

El encuentro, en cualquier caso, había amanecido marcado por la igualdad. En el primer cuarto, el Aguas de Sousas dominaba siempre en el electrónico a través de pequeñas diferencias (su máxima ventaja en esa fase fue de siete puntos), aunque los locales no le perdían la cara al choque en ningún momento e impedían el despegue foráneo.

 

En el segundo acto no varió mucho el panorama, aunque el Mallorca empezó a recortar terreno y un mate de Northern activó las gradas para promover el cambio de gobierno (38-37). Después, un triple de Marc Blanch y una canasta de Riera redondearon un excelente tramo final (19-11 de parcial) que desembocó en un gran golpe psicológico (46-44).

 

Tras el descanso el Mallorca no podía abrir ninguna brecha, pero daba la sensación de tener el encuentro bajo control y no dejó que el Ourense volviera a ponerse por delante. Su ventaja fue creciendo progresivamente gracias a su juego y otro arrollador esprint final (13-3) dejó la cita prácticamente lista (73-61).

 

Faltaba un cuarto para que el Mallorca obsequiara a su público con un gran triunfo y un triple de Joan Riera y una antideportiva a Loughton hicieron el resto. Los isleños llegaron a ponerse veinte puntos por delante y aunque el Ourense maquilló los números, no logró aguar la fiesta.