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Nando Pons no tiene dudas. El director deportivo del Mallorca afirma que se siente respaldado por los gestores del club y que Javier Martí Asensio no le ha planteado ningún pulso para forzar su marcha. «No creo que sea así porque me lo habrían dicho. Quiero seguir hasta el 2014 o más. Es un trabajo que me gusta y mientras la propiedad confíe en mí no tengo por qué irme», aseguraba anoche en el programa A contracop de IB3 Ràdio.

Nando admitió que sus vínculos con la familia Martí aún no están consolidados, pero cree que es cuestión de tiempo. «En estos momentos no hay un relación demasiado estrecha porque todavía no hemos tenido tiempo de conocernos bien, pero es muy cordial. Ahora nos adaptamos unos a otros. Es un proceso normal y, evidentemente, quién paga manda. Somos profesionales y nos tenemos que adaptar a las circunstancias», relataba. Además, se refirió a los problemas que ha encontrado la propiedad a raíz de su desembarco y vaticinó un futuro optimista: «El mundo del fútbol es muy complejo y la experiencia es fundamental, no funciona como las empresas normales. Cada sector tiene sus peculiaridades y aquí hay que hacer un cursillo especializado para adaptarse a las circunstancias. Estoy convencido de que con buena voluntad y ganas al final todo irá bien, que es lo más importante».

En cualquier caso, el director deportivo aprovechó su presencia ante los micrófonos de la radio autonómica para subrayar que tras los recortes que ha sufrido la secretaría técnica del Mallorca el rendimiento del departamento ser verá recortado. «No podemos hacer el mismo trabajo que antes, porque estaba todo muy bien estructurado», apuntaba antes de lanzar otro dardo. «Si en lugar de que hubiera salido en los medios se hubiera hablado con los responsables de cada departamento para ver cómo se podían recortar gastos, no hubiera pasado todo lo que ha pasado. Aparte de los despidos habrá recortes en viajes y otras cosas. No son las condiciones ideales para trabajar, pero hay que adaptarse a la realidad del club. Con todo eso, intentaremos que la secretaría técnica dé el mejor servicio posible», añadía. «He vivido el tema con preocupación y relativa intranquilidad, pero al final todo se ha racionalizado y se han llegado a acuerdos con la propiedad. Todo se ha hecho razonablemente bien y se han equilibrado las cosas».

En esa misma dirección, Pons agregó que «el tema de los recursos humanos es muy delicado y se han de cuidar mucho las formas. Ya lo aclaró el consejero delegado, que reconoció públicamente que se había equivocado. Con eso está todo dicho. No es agradable verse en los medios y escuchar que habrá un número determinado de despidos», argumentaba.

Cuestionado acerca de las declaraciones en las que Carlos González insinuaba una sociedad entre el director deportivo y Mateu Alemany, Pons se mostró especialmente duro: «Este hombre ya se descalificó en su día y vuelve a hacerlo ahora», comentaba sobre el empresario tinerfeño, con el que se reunió en julio a manteles en un restaurante de Madrid. «Es esclavo de sus palabras y sus declaraciones no tienen el mínimo interés. No merecen mi respuesta», resaltaba.

Nando tampoco pudo evitar referirse a Vicenç Grande y Gregorio Manzano. Sobre el ex propietario señaló que «fue un gran presidente y ahí están los resultados», aunque matizó que él no es nadie «para juzgar su gestión». Con respecto al técnico, tampoco dejó espacio a las dudas: «Por mí Manzano seguiría siempre, pero estamos a principios de octubre y hablar de su continuidad me parece atrevido y fuera de lugar. Faltan mucho para que acabe su contrato y ya veremos qué pasa».