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El Real Mallorca más solvente de estos últimos años actuando como local vuelve a escena para examinarse ante el Valladolid. Hasta la fecha, nunca los baleares han conseguido ganar los tres primeros partidos en casa en un arranque liguero. Ni en los mejores tiempos de Héctor Cúper lo lograron, aunque el argentino se quedó cerca. Venció al Valencia (2-1) y al Sporting (6-2), pero cayó contra el Barcelona por la mínima (0-1) en una tarde marcada por aquel penalti que Amato estrelló en Hesp.

En esta campaña, los de Manzano pueden pulverizar los registros si suman los tres puntos ante un Valladolid, un grupo más solvente a domicilio que ante su hinchada. Los baleares superaron al Xerez (2-0) en la primera jornada y golearon al Tenerife (4-0) en la cuarta. Si hoy no fallan, se situarán con 10 puntos en la tabla, toda una renta en este arranque de temporada. Salvo cambios en el guión establecido Manzano volverá a situar al equipo A. Es curioso lo de los entrenadores y sus métodos. En Sevilla, Corrales, Webó y China actuaron en el once titular. Hoy no están ni en la convocatoria. Es el problema de nutrir en exceso a una plantilla que salvo la Copa del Rey su única preocupación es la Liga.

Se puede debatir si falta Martí o no, pero por lo demás el equipo que previsiblemente saltará hoy al campo ganó con solvencia al Tenerife y esta tarde tratará de hacer lo propio ante el Valladolid. Con Borja inventando en la creación apoyado por Mario y con Julio Àlvarez y Tuni actuando con descaro y sin complejos, el equipo bermellón tratará de romper los planes de Mendilibar, el técnico rival, que no podrá contar con Luis Prieto y César Arzo en el centro de la zaga. El Mallorca, más allá de los desajustes defensivos mostrados en Sevilla, exhibe firmeza y los datos confirman que la zaga sabe mantener el tipo, más allá de que ofrece pocas alternativas a la hora de empezar a crear el juego.

En la punta de lanza Aduriz volverá a asociarse con Víctor Casadesús, el delantero mallorquín ofrece buenas sensaciones y a nadie se le escapa que este dúo puede dar muy buenas noticias esta temporada, aunque cuanto antes empiecen mucho mejor. Hoy sólo importa el fútbol, aunque los asuntos extradeportivos siguen sobre la mesa del consejero delegado Javier Martí Asensio que continúa con numerosos frentes abiertos, la mayoría desagradables porque su misión es la de ajustar un presupuesto a una realidad financiera que entiende poco de ingresos y mucho de gastos.

Ha vuelto a ser una semana de difícil transición en Son Moix, de idas y venidas y de declaraciones no subidas de tono, pero que sí definen claramente el estado por el que transita el club. Curiosamente en fútbol las situaciones suelen resolverse o como mínimo apaciguarse con las victorias. Pero en el escenario actual hará falta más de una victoria para devolver la serenidad a las oficinas del estadio.