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El Mallorca vuelve a subirse esta tarde a la báscula. El conjunto balear empezará a medir el peso de su proyecto en Villarreal, ante un enemigo con galones continentales y encima de un escenario en el que suele atascarse. Los rojillos, que solventaron con un simple aprobado el primer examen de la campaña, se adentran en terreno amarillo con el viento y la estadística en contra. Además de no ganar allí desde hace cinco temporadas, el cuadro isleño sólo ha abierto el campeonato con dos victorias seguidas una vez en toda su historia, y de eso han pasado ya 48 años (temporada 1961-62). Sin embargo, la última reforma de la plantilla y el impulso obtenido a costa del Xerez han abierto la puerta del optimismo. Al menos por el momento, todo parece posible (El Madrigal, PPV, 17.00 horas).

Si algo avala la propuesta mallorquinista es el color que ha cogido el equipo en las últimas semanas. Su victoria inicial, unida al parón de la Liga, han rebajado los niveles de ansiedad que padecía el club y han permitido al grupo engrasar su nuevo motor, que seguramente cambiará de aspecto en Villarreal. Manzano, que para esta jornada tenía mucho donde elegir, configuró ayer una lista de convocados muy diferente a la del estreno y las permutas también alcanzarán al once inicial. Además de la vuelta de los sancionados (Josemi y Varela), el jienense se llevó a Castellón a Borja Valero y al Papa Pezzolano, pero dejó en Palma a Webó, Corrales, Julio Àlvarez y Mattioni, que tendrán que seguir esperando su oportunidad.

La gran novedad que plantea el técnico en este segundo asalto es la inclusión de Borja Valero a la espalda de Aduriz. El madrileño, que desplazaría al banquillo a Víctor Casadesús, sería el encargado de alimentar los circuitos ofensivos y de nutrir de balones al ariete donostiarra. Al margen de eso, se intuye el regreso de Varela al centro del campo en detrimento de Castro y la continuidad de Rubén en el centro de la defensa, aunque tampoco se descarta que Ramis vuelva a su posición natural después de probarse como lateral diestro en la función inicial.

En cualquier caso, la victoria no es el único desafío que asume esta tarde el Mallorca, ya que en el horizonte se dibuja también la posibilidad de alcanzar el millar de goles en Primera División.Y con anotar un tanto en El Madrigal sería suficiente para alcanzarlo.

El Villarreal llega al encuentro con la necesidad de redactar la primera victioria del ejercicio. El submarino amarillo, tras el empate que atrapó en el Reyno de Navarra, pretende empezar fuerte en su campamento y no dejar escapar puntos que pueden ser vitales en la carrera por meterse en los puestos de Liga de Campeones.

El conjunto dirigido por Ernesto Valverde se presenta con la ausencia del internacional Marcos Senna, que estará tres semanas de baja tras agravarse las molestias con las que acudió a la convocatoria con la selección española y sufrir una distensión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Esta baja será suplida con toda probabilidad por el ex mallorquinista Ariel Ibagaza, quien formará en la medular junto a Sebastián Eguren, Cani y Santi Cazorla, si bien este último podría descansar y dejar su puesto al francés Robert Pires.