Gregorio Manzano, de espaldas, Nando Pons y Mateu Alemany en una reciente imagen captada en el «stage» de Kössen. Foto: CARLOS ROMAN

TW
0

Es probable que Alemany nunca previera este escenario. El gestor infalible, convertido desde finales de junio en propietario accidental del Mallorca, disputa desde hace semanas un partido con final incierto. La frustrada venta del club carecía de espacio en los planes del abogado nacido en Andratx, que ahora intenta sentar las bases de un nuevo proyecto bajo unas coordenadas de máxima austeridad.

 

Julio ha echado la persiana y el cuadro balear es el único equipo de Primera que no ha incorporado a ningún futbolista. De hecho, sólo ha habido salidas. Hasta ahora, el tráfico generado por la malograda transacción del paquete accionarial que controlaba la familia Grande, relegó a un segundo plano cualquier asunto deportivo. El club logró asear su tesorería con los traspasados de Miquel Àngel Moyà y Juan Arango, y cerró acuerdos con la Agencia Tributaria y la propia plantilla para aligerar sus cargas financieras, pero en todos los movimientos se advierte provisionalidad. Sin duda, Alemany anda metido en un laberinto.

Nando Pons tiene ante si un reto de envergadura. El director deportivo del Mallorca debe intentar potenciar el actual plantel sin poder invertir un solo euro y eso significa buscar futbolistas a coste cero. El club está a la expectativa de que los «grandes» perfilen sus plantillas para negociar alguna cesión, pero eso significa ser paciente. Manzano ha reclamado un central, un interior derecho y un centrocampista creativo, aunque la lista de peticiones podría incrementarse (un lateral derecho) en función de lo que ocurra con Lionel Scaloni. Alvaro Domínguez, defensa del Atlético de Madrid que no parece entrar en los planes de Abel Resino, es una de las alternativas que maneja Pons para apuntalar el eje de la zaga. Pero también podrían producirse más salidas. El agente de Víctor Casadesús ha anunciado que trasladará en breve una oferta. ¿Zaragoza, Valladolid, Espanyol, Deportivo...? El delantero tiene mercado.

La política de austeridad que aplicará el Mallorca afectará a todos las áreas de la entidad. Raquel Ortega, que durante los últimos años ha asumido funciones de directora financiera, ha comunicado su intención de abandonar el cargo. Alemany contempla relevar a Ortega, pero no se producirán más movimientos. De hecho, será el propio presidente quien asuma personalmente el área de gestión y no se prevé ocupar, por ejemplo, la vacante dejada por el despedido Matías Rebassa, que compatibilizaba los cargos de director de comunicación y de relaciones externas. El club tampoco destinará ninguna partida para buscar a «otro» Pere Terrassa. El antiguo director general de gestión decidió abandonar el Mallorca cuando Vicenç Grande todavía era presidente. Fue contratado por IB3, aunque tras el desembarco de Mateu Alemany aceptó formar parte del nuevo consejo de administración. Su puesto fue ocupado de forma efímera por Víctor Grande, pero volvió a quedar desierto y continuará huérfano.