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Pau Aguilar Las horas del Atlètic Balears en la Tercera División del fútbol nacional podrían estar muy cerca de llegar a su fin, y es que mañana mismo a las doce de la noche termina el plazo que el club de la Via de Cintura tiene para saldar la deuda de 15.000 euros que mantiene con cinco jugadores de la plantilla de la temporada pasada. De no hacer frente al pago de esa cantidad antes de que se agote el tiempo establecido por la ley, el Balears dejaría de ser equipo de Tercera y pasaría a formar parte de la Regional Preferente balear, lo que supondría un nuevo golpe para la masa social «balearica», que tras tener que hacerse a la idea meses atrás de que su equipo ya no era de Segunda B sino de Tercera, ahora se vería obligada a asimilar que ese paso hacia atrás finalmente se ha multiplicado por dos. La única solución posible a esta situación es que el club consiga reunir 15.000 euros antes de que sean las doce de la noche de mañana, y para ello existen dos vías de actuación. La primera de ellas sería que el presidente del Atlètic Balears, Fernando Crespí, y su homólogo en el cargo en la asociación que gestiona la publicidad del Estadi Balear (Procampo), Jeroni Petro, decidieran aparcar momentáneamente sus diferencias por el bien del club y acordaran abonar esos 15.000 euros utilizando el dinero que la empresa Malla proporciona a Procampo para poder explotar la publicidad estática del Estadi. Malla abonó en su día las cantidades acordadas a la asociación presidida por Petro, con quien tiene firmado el contrato, pero el Balears reclama ese dinero a Procampo alegando que en su día, ambas entidades sellaron un acuerdo para que el dinero proveniente de la publicidad del campo fuera gestionado directamente por el club. Esa solución se antoja, a día de hoy, poco menos que imposible. La otra vía de salvación, no mucho más factible, pasaría por que los dirigentes del Balears decidieran aportar 15.000 euros extra en la junta directiva convocada de urgencia por el club a las 19:30 de esta tarde.