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Santiago AparicioMADRID

La puesta de largo oficial del brasileño Kaká como nuevo jugador del Real Madrid desbordó el entusiasmo de la afición y sobrepasó cualquier previsión de los organizadores, superados ante la locura desatada dentro y fuera del Bernabeu. Los cálculos más optimistas advertían de 30.000 fieles para contemplar la presentación. Se quedaron cortos. Cerca de 50.000 terminaron por ocupar las gradas, algunos, sin posibilidad de visión. Cuatro paneles en la mitad del terreno de juego, que daban la espalda al atril donde Florentino Pérez presentó a la estrella y donde el sudamericano efectuó sus primeras palabras, dibujaban un escenario espectacular. Las imágenes de Raúl, Juanito, Di Stefano y Zidane, bajo la música del «Nessun dorma», el aria del acto final de la ópera 'Turandot' de Puccini, iluminaban los paneles. Delante, una pantalla gigante que proyectaba continuamente imágenes de goles trascedentales de futbolistas históricos. Y después, de Kaká, con el Milán y la selección de Brasil.

Comitiva

Las nueve Copas de Europa y el Balón de oro de la Copa Confederaciones ilustraban la historia competitiva del Real Madrid y del Kaká. Históricos del club entraron en primer lugar y ocuparon la primera fila de los asientos ubicados en la tarima ubicada encima del césped. Velázquez, Di Stefano, Pardeza o Valdano, estos dos últimos parte del equipo de Florentino Pérez. Después entró el presidente, acompañado por toda su junta directiva, que se situaron en la otra parte delantera del escenario. El flamante mandatario fue aclamado con entusiasmo y su nombre coreado por los asistentes. Un tradicional discurso dio la bienvenida al astro brasileño. Salió con el uniforme del Real Madrid pero con el número oculto. Llevará el 8.

«Muchas gracias. Es un día muy especial para mí. Estoy muy feliz de esta nueva etapa. Deseo poner mi nombre en la historia de este club», fueron sus primeras palabras como madridista. El acto simbólico llegó con la presencia de un niño al que Kaká le enfundó la camiseta con su número. La presentación, que duró casi treinta minutos, acabó con un baño de multitudes. Una vuelta alrededor del terreno de juego para saludar de cerca a los seguidores sobre la versión de José Mercé del himno blanco.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se deshizo en elogios hacia el flamante fichaje blanco. «Kaká es uno de esos iconos de nuestro tiempo. Más allá de su capacidad profesional ha sido capaz de conquistar al mundo del fútbol, con un comportamiento impecable tanto dentro y fuera del terreno de juego. Su fútbol se convierte en la mayor expresión de solidaridad y elegancia, y es referente para quienes entienden el fútbol como un escenario universal», dijo el mandatario.