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F.Fernández Embargado por la emoción y los recuerdos de una larga etapa en la capital de es Raiguer, Willy Villar echó carpetazo a su etapa como director general del Bàsquet Mallorca para iniciar la apasionante singladura que le ha propuesto el todopoderoso CAI Zaragoza. Con el ascenso a ACB como reto y en compañía de José Luis Abós, Villar quiso despedirse de su gente, rodeado por dos personas imprescindibles para entender su etapa en la entidad. Joan Rubert, quien en su etapa como presidente (sigue en la junta) fue quien le ofreció un puesto en los despachos tras su retirada deportiva, y el actual máximo dirigente del club, Toni Ramis, compartieron sensaciones encontradas en una comparecencia plagada de sentimiento.

Elogios
«Además de ser una persona imprescindible, es un amigo. Nosotros estamos preparados para seguir adelante, y él ha sido el primero en ayudarnos, pero le vamos a echar de menos. Willy, eres grande y lo sabes», espetó Ramis, que provocó con sus palabras los primeros gestos de emoción de Villar, quien reconoció que «estos últimos días han sido duros. Zaragoza está muy cerca y siempre estaré vinculado al Mallorca», dijo el nuevo hombre fuerte en los despachos del Príncipe Felipe, que quiso «dar las gracias a todos los que me han hecho sentirme en casa». Particularmente, personalizó en «Joan Rubert, quien creyó en mí, hasta en los momentos más duros. Hemos conseguido que el Mallorca sea un club respetado. Yo no estaré, pero este proyecto sigue muy vivo, merece y vale la pena luchar por él, como lo harán los que siguen», entre los que está Rubert, que recordó que «con Willy se va una persona clave en la historia de este club».

El Mallorca no tiene previsto cubrir a corto plazo su hueco, a la espera de encontrar al sustituto ideal. Eso sí, Villar ha dejado perfilada la plantilla de cara al próximo curso, un bloque con su inconfundible sello personal.