Desde aquel fatídico amistoso en Cádiz, ante Rumanía, en el que la 'Roja' tocó fondo, ha conquistado la Eurocopa, ha protagonizado 31 victorias y ha cedido solo tres empates. Números que hablan por sí solos del crecimiento de una selección. De la progresión de una generación de futbolistas de oro, que tras romper barreras hace un año, sueñan con ganar la Copa Confederaciones y culminar la proeza en el Mundial.
El último escollo no será sencillo, por cualidades futbolísticas y por el atronador ambiente que se creará a su favor en el Free State Stadium. Será la primera ocasión que la afición sudafricana, enamorada del fútbol de toque de España, la abandone durante noventa minutos por una buena razón: el primer puesto de grupo.
Con el pase a semifinales certificado, Vicente del Bosque introducirá novedades en su equipo titular. El objetivo es guardar fuerzas en jugadores claves. Como ocurrió en la Eurocopa, llega el momento de brillar de jugadores que disfrutan de menos minutos. Los que son clave en el buen ambiente que reina. Aquellos que no se enfadan cuando su nombre no está en la pizarra del once.
España ha ganado sus dos partidos de la Confederaciones. El primero con brillo -5-0 a Nueva Zelanda- y el segundo con oficio -1-0 a Irak-. Los seis goles llegaron por la banda izquierda. Fruto de la asimetría táctica que podrá corregir en un encuentro que marcará el rival de semifinales. Egipto tiene opciones de entrar segunda del Grupo B. España no puede perdonar el primer puesto de su grupo. El empate le vale.
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