El Mallorca ya ejecuta su plan «B»

Con la salida de estos tres futbolistas, el Mallorca espera ingresar entre 12 y 15 millones de euros, cantidad que le permitiría enjugar las pérdidas del actual ejercicio y afrontar compromisos prácticamente inaplazables.

El club sigue en venta, pero se acerca el 30 de junio -fecha en la que Mateu Alemany debe ejecutar su opción de compra sobre las acciones que controlaba la familia Grande- y apenas se ha avanzado en alguna negociación. En este escenario, el Mallorca ha decidido dar un paso al frente y aferrarse al documento confeccionado por Pere Terrassa, antiguo director general de la entidad y miembro del actual consejo de administración. El cartel de «se vende» continúa colgado en la fachada del edificio, pero Alemany y su equipo han decidido trabajar de forma secuencial -un concepto que subraya el propio plan «B»- y ha puesto rumbo hacia la autofinanciación.

En este escenario y en clave deportiva, es una evidencia que se aproxima una nueva revolución. Al margen de lo que ocurra con los futbolistas cedidos (Navarro, Cléber Santana y Jurado), el «nuevo» Mallorca tendrá muy poco que ver con su última versión. El club da por hecho que será prácticamente imposible volver a contar con el trío que ha actuado a préstamo y también tiene claro que los traspasos de Juan Arango, Aritz Aduriz y Miquel Àngel Moyà son esenciales para la viabilidad del proyecto.

La salida del internacional venezolano, como avanzó ayer este diario, está a punto de concretarse y con Aduriz se han abierto diversas vías. El atacante vasco ha despertado el interés de algunos equipos de la Premier League, pero el Mallorca aguarda una oferta en firme del Panathinaikos. El club heleno ha intentado sin éxito la contratación del argentino Julio Cruz y ahora su gran objetivo es Aduriz. El cuadro ateniense podría poner sobre la mesa 5 millones de euros.