Los jugadores del FC Barcelona celebran alborozados su tercera Liga de Campeones en el Estadio Olímpico de Roma. FOTO: ETTORE FERRARI/EFE

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El mejor Barcelona de todos los tiempos conquistó su tercera Champions a costa del Manchester United (2-0) y firmó una temporada de ensueño, ya que por primera vez un equipo español consigue el triplete: la Liga, la Copa y la Copa de Europa, algo que hasta la fecha sólo otros cuatro equipos han logrado en la historia.

En una noche redonda, el equipo de Pep Guardiola fue fiel a sí mismo de principio a fin y entró en la historia del barcelonismo. Este equipo, heredero del dream team de Johan Cruyff y del conjunto del jogo bonito de Ronaldinho, ha destrozado todos los registros en su primera temporada.

Marcó Etoo, el ansioso camerunés en la primera parte, y Messi, Leo Messi rubricó la victoria de su equipo a veinte minutos del final y todo ello con un equipo hecho en casa, con siete canteranos, y una defensa de circunstancias, sin tres titulares fijos.

El Barca tenía que ser el Barca. No había dudas. Si no tenía defensas, jugaría con más atacantes. Su fútbol es transparente, siempre sabe a lo que juega: toque, toque y toque.

El United empezó asediando a Víctor Valdés y Cristiano Ronaldo, hipermotivado, disparando todo lo que le llegaba a las botas. Pero los azulgrana no desesperaron. El Barca siempre tiene un plan, un plan al que su rival tiene que acomodarse cuando el balón es de los catalanes, aunque el principio fue sufrido. Los 'red devils' presionaron y generaron dudas en la defensa azulgrana.

Un minuto, un susto. Una falta a cinco metros de la frontal, en el perfil favorito de Cristiano Ronaldo. Cinco pasos hacia atrás, piernas abiertas y un remate envenenado del portugués.

El Barca estaba ahogado, sin balón no es nada. No hubo noticias de los de Guardiola en ocho, en nueve minutos. La primera vez que el equipo catalán entró en juego, marcó.

El exquisito Iniesta apareció entre líneas, generó dudas entre la defensa inglesa. El balón llegó a Etoo, un recorte sobre Vidic, un tiro cercano y el 1-0. El Barca ejerció de equipo grande, un gol a las primeras de cambio con diez minutos jugados.

El camerunés, ansioso en los últimos partidos, el sacrificado nueve del Barca, el jugador que seguramente no ganará ni el 'pichichi' ni la 'Bota de oro' este año marcó, como ya lo hizo en París, en aquella final de 2006.

Y el United sintió el gol. Aparecieron las dudas, a pesar de que a los azulgrana se les veía descoordinados en defensa y que Cristiano Ronaldo era un peligro constante, pero a partir de entonces, el Barca minimizó la presencia del portugués con una receta que no tiene admite respuesta: la posesión del balón.

Y así fue creciendo el juego de los hombres de Guardiola. Cada vez más apareció Xavi y también Iniesta. Messi se situó entre Ferdinand y Vidic. Guardiola, el aprendiz de brujo, empezaba a ganarle la partida al gran maestro, a Alex Ferguson.

El argentino se movió muy bien entre líneas. En el 19, tuvo el 2-0 en un remate por encima del travesaño de Edwin van der Sar, un portero demasiado nervioso.

Xavi también la tuvo, en un tiro directo (m.27). El United no tenía respuestas ante el fútbol del Barca. En cuanto se acabó el factor sorpresa de los primeros minutos, los ingleses parecieron perdidos.

Y en esas que con 1-0 y 45 minutos por delante. Ferguson decidió romper la baraja. Puso a Tévez en juego, un delantero más y la superioridad del Barca en el centro del campo ya fue incontestable. El United buscaba la velocidad de sus delanteros y ceder el peso del partido al Barca y así les fue.

En los primeros 10 minutos del segundo tiempo, los azulgrana pudieron decidir. Primero Henry, en una jugada en la que regateó a O'Shea y no pudo decidir, solo, frente a van der Sar, después Messi, que no llegó a un servicio de Eto'o, pero sobre todo Xavi, que en el 53 remató al palo izquierdo de la meta del United.

Como el Barca no acababa de decidir, Ferguson dio otra vuelca de tuerca más, otro delantero, el búlgaro Dimitar Berbatov por Park. Rooney, Cristiano Ronaldo, Rooney y Tévez, el no va más, a 23 minutos para el final.

Pero Messi, que superó a Cristiano Ronaldo en el particular duelo de estrellas, se encargó de matar el partido en el minuto 70. El argentino remató de cabeza un centro de Xavi. El Barcelon tenía su tercera Champions, su primer triplete. Guardiola le ganó la partida a Ferguson, Messi a Cristiano Ronaldo e Iniesta y Xavi Hernández iluminaron un triunfo para la historia.

En la grada azulgrana, una pancarta premonitoria: «Ellos -los ingleses- inventaron el fútbol, pero nosotros el arte del fútbol». Y así fue.