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Francisco Àvila|BARCELONA
Un tanto de Joseba Llorente, en el minuto 92, frustró el alirón del Barcelona, que fue campeón hasta entonces y ahora sólo necesita un punto en tres partidos para levantar el título liguero, después del empate logrado por el Villarreal en el Camp Nou (3-3). Sin embargo, la peor noticia de la tarde para los azulgrana fue la lesión de Iniesta, que se perderá la final de Copa y que es duda para la de la Champions.

El Barca y sus aficionados se veían celebrando el título, pero una expulsión de Eric Abidal (m.77), que supuso un penalti, permitió la reacción de los de Pellegrini, quienes acortaron distancias con la pena máxima de Matías Fernández e igualaron el partido con un gran tanto de Llorente, que ya había marcado el primer tanto de su equipo.

Lo tenía todo preparado el equipo de Pep Guardiola. De hecho, cedió un empate, el tercero de la temporada en casa, porque el partido se enredó puntualmente después de que quedarse con un jugador menos, más que por el juego del Vilarreal, que siempre fue remolque y sólo sacó la cabeza a partir del 3-2.

Anunció Guardiola que había llegado el momento de cerrar la Liga, cuanto antes mejor y sus jugadores estuvieron a punto de conseguirlo. De hecho, el Barca se adelantó en el marcador con un tanto de Keita (m.12) y se rehizo tras el empate conseguido por Llorente en el 22.

Iluminados por Iniesta, que recibió repetidas ovaciones durante toda la tarde, los azulgrana jugaron a lo que saben: al toque, al desmarque, desde la presión. Antes del descanso Dani Alves, en un lanzamiento de falta, batió a Diego López, el Barca y sus seguidores se sintieron campeones, cuando aún faltaban 45 minutos.

El gol de Matías Fernández, después de transformar un penalti en el minuto 78, le dio toda la emoción a los minutos finales, en una jugada que supuso la expulsión de Abidal. Jugando con diez, el Barca sufrió por el empuje del rival y se quedó helado cuando Llorente controló un balón a la espalda de su defensa y puso el balón en la cruceta en el minuto 92.