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Fernando Fernández Poco más de diecinueve meses después, el Palau d'Esports de Son Moix inicia la cuenta atrás para que, al menos la pista polideportiva, pueda estar operativa a finales de 2009. La complejidad del proceso de reforma integral del recinto deportivo de referencia de Ciutat y las adversas condiciones climáticas han retrasado una de las prioridades del equipo rector del Institut Municipal de l'Esport (IME), que espera poder disponer, al menos del recinto polideportivo, a finales de 2009, quedando aparcada hasta bien entrado 2010 la finalización de los trabajos en la piscina. Y es que cumplir con las normativas de seguridad y medioambientales se han erigido en prioridades para los gestores del deporte palmesano, que han tenido que asumir un aumento en el coste previsto inicialmente para la obra del pabellón. Así, se pasa de unos 3'5 millones de euros a cerca de seis, sin incluir la piscina, aunque se acometerán las mejoras en oficinas, gimnasios, vestuarios y, a fin de cuentas, la reforma integral del Palau. La creación de un túnel de acceso a la pista, mejoras en la ventilación e iluminación naturales y la instalación de un ascensor son otros de los capítulos que permitirán gozar de un Son Moix a la altura de los tiempos que corren, pese a tener que aumentar el notable esfuerzo económico que supondrá «recuperar para los ciudadanos de Palma un lugar emblemático. Sabemos que se ha tardado tiempo en poder ver los frutos, pero se ha tenido que reforzar la estructura para dar cabida a la nueva cubierta, además de instalar anclajes especiales. Se ha trabajado día y noche, incluso fines de semana, pero cuando finalicen los trabajos, creo que habrá valido la pena la espera», admite el presidente del IME, Baldomero Oliver.

Las labores para reforzar los puntos de apoyo de las espectaculares vigas que ya muestran los trazos maestros de la nueva cubierta llevan meses en marcha. «Tenían que haber estado instaladas antes, pero las lluvias de este invierno, e incluso la primavera, han retrasado las labores, pero estamos preparados para afrontarlo y cumplir con los plazos», recuerda Oliver.

Construcciones Ligeras y Melchor Mascaró son las empresas encargadas de llevar a buen puerto el proyecto de la cubierta, en la que se instalarán placas fotovoltaicas y térmicas, dentro de la política de aprovechamiento y reciclaje de energía que pretende implantar el IME en los distintos recintos inmersos en su jurisdicción. Tras ello, quedarán por licitar las obras de la pista, vestuarios, el citado túnel el ascensor o las de la piscina -éstas últimas se licitarán en un bloque conjunto-, pendientes de conocer la cantidad económica de la que se dispondrá. En esta fase, la remodelación de esta área del polideportivo será total, siendo el hueco de la piscina lo único que se aprovechará para dar cabida a la nueva.

Son Moix se ha tenido que apuntalar de arriba abajo, instalando anclajes especiales para dar cobijo al entramado de la nueva cubierta en sus puntos de apoyo. Tras la cobertura de la pista central, a expensas de iniciar los trabajos en la piscina, se acelerará el proceso de adecuación del recinto polideportivo, con un graderío que tendrá una capacidad máxima de 5.048 espectadores, accesibilidad máxima y polivalencia total en vistas a acoger eventos deportivos y de alto interés social a partir del final del año en curso.

Con la puesta de largo del nuevo Son Moix, Ciutat y Mallorca contarán con un escenario que servirá de alternativa al Palma Arena en vistas a recibir acontecimientos deportivos de primer nivel. Es el caso de los encuentros internacionales de voleibol que disputen los equipos del Palma, con quienes el IME ya ha mantenido contactos en vistas a compartir el uso del Toni Pizà con el de la remozada instalación. Además de clubes deportivos de la ciudad, algunas federaciones ya han mostrado su interés en vistas a contar con Son Moix como marco de pruebas de calado nacional e internacional.

«Estamos convencidos de que valdrá la pena la espera, y que Palma podrá contar con un pabellón al nivel de los mejores del país», admitía Baldomero Oliver, quien reafirma el compromiso del IME en vistas a adaptar todas sus instalaciones «a la normativa vigente. No podemos permitirnos ninguna laguna, pues los ciudadanos son los destinatarios de las mismas», aseguró el regidor.