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Efe|BARCELONA
El Barça dispone de su primera oportunidad para levantar su decimonoveno título liguero, lo que pasa por derrotar en el Camp Nou al Villarreal, más tras la abultada derrota del Real Madrid, su único perseguidor, en la noche de ayer en Mestalla ante el Valencia. Después de las fuertes emociones vividas en Londres, donde los de Pep Guardiola certificaron el pase a la sexta final de la máxima competición continental de su historia, tras un gol de Andrés Iniesta al Chelsea en el minuto 93, llega una semana en el que el Barça se juega dos de sus tres opciones para conquistar títulos. La primera es hoy, en la Liga; la segunda, el miércoles, en la final de Copa que le medirá al Athletic de Bilbao en Mestalla. En todo caso, el Barça depende de sí mismo para conquistar el campeonato.

Los barcelonistas se enfrentan, en el mejor de los casos, a una ocasión única de celebrar el título con sus aficionados, algo que no ocurre desde la temporada 1997-98. Sin embargo, resultará complicado para el Barça frente a un rival que siempre se le atraganta, especialmente en el Camp Nou. En los nueve partidos jugados en Liga en el estadio azulgrana, los catalanes han ganado cuatro y han cedido tres empates; el Villarreal ha conseguido tres victorias.

Además, Guardiola tiene que decidir si reserva o no jugadores con vistas a la final copera del miércoles o si decide alinear a teóricos titulares y otorgar el protagonismo a jugadores no habituales.

En todo caso, lo que es una evidencia es que ni Rafa Márquez, baja por lo que resta de temporada, ni Thierry Henry podrán jugar. El caso del francés es una de las principales preocupaciones del entrenador, ya que sufrió una entrada de Sergio Ramos en el clásico que le produjo una elongación en el ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha.

Henry ya no pudo jugar en Stamford Bridge y después de las pruebas a las que se ha sometido, se ha determinado la necesidad de que descanse, al menos hasta la final de la 'Champions' que se jugará el 27 de mayo en Roma.

La baja de Henry abre un abanico de posibilidades infinito. Bojan Krkic podría tener su opción, incluso Alexander Hleb. En el centro del campo, Guardiola también podría plantearse realizar rotaciones. Lo único evidente es la vuelta de Puyol al eje de la defensa.

El Villarreal buscará en Barcelona mantenerse vivo en la lucha por disputar la próxima edición de la Liga de Campeones, un objetivo que pasa por logra al menos un empate en este partido, ya que una derrota combinada con resultados positivos de sus rivales en esta lucha le situarían en una posición más que complicada. Pese a que las sensaciones deportivas no son las mejores, en el Villarreal se aferran a la victoria del pasado año y al optimismo para lograr un resultado positivo.