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Efe|MADRID
Rafael Nadal intenta aclimatarse a los condicionantes del nuevo torneo de Madrid, a la altura de la ciudad y a las alteraciones del nuevo calendario para llegar a punto a Roland Garros.

El gran reclamo del torneo, en el que se apoya el ambicioso proyecto de Madrid Masters, no ocultó su predilección por la antigua configuración de la temporada. Lamentó que un torneo en altura esté tan próximo a París y subrayó su gusto por las tradiciones en el mundo del deporte.

Nadal negó que estuviera desilusionado con la gente y que dijera que cuando gana un torneo la gente lo da como normal. «A veces no se interpretan bien las cosas que dices en otro idioma. Intento hacer lo mío y lo importante es eso al final. Creo que la gente lo valora aunque a veces se dan por hecho cosas que son muy difíciles. Pero uno sabe lo que hace y es feliz con lo que consigue. Yo lo estoy. Intento disfrutar del momento que estoy viviendo y soy consciente de que esto no dura siempre. Soy feliz aunque es complicado que se repita», aclaró.

Satisfacción
El primer favorito del torneo ha ganado todos los partidos que ha disputado sobre tierra. La altura de Madrid mantiene en alerta al balear: «Llevo unos resultados espectaculares sin altura. Ojalá con altura me vaya igual. Es más difícil jugar porque es más complicado controlar la pelota. Los rivales te hacen más daño, pero pase lo que pase aquí, mi temporada en tierra ya ha sido muy buena. Y pase lo que pase iré bien a Roland Garros. Intentaré hacerlo lo mejor posible en Madrid», indicó.

El manacorí rechazó profundizar y especular sobre otras posibilidades en el calendario. «Es absurdo entrar en eso porque ya no hay vuelta atrás. A mí me encantaba Madrid como estaba antes. Estas instalaciones son de las mejores de las que hay en el circuito. El último torneo antes de Roland Garros que sea en altura cambia un poco la situación. Si se cambiara a lo mejor Roma por Madrid puede que fuera mejor o más adecuado», dijo el manacorí.

Nadal se agarró a la tradición y la historia. Y se mostró crítico con el hecho de que las pistas de tierra batida fueran de color azul. «Estoy en contra. La temporada de tierra es una de las giras más históricas y la pista es roja. En el deporte y en el tenis no todo es negocio. Hay que valorar la historia y la tradición. Si ponemos cosas raras, sobre todo pensando que la semana siguiente es Roland Garros, yo lo veo complicado. Hay otras cosas que pasan por encima de la tradición y la historia. Yo espero que no sea así», apuntó.

En ese sentido se mostró reticente a la incorporación de otro Grand Slam. «Madrid es un gran torneo. También otros. La tradición y la historia indica que hay cuatro Grand Slam y no cinco. Este es un gran torneo en cualquier caso», destacó.

Nadal se ejercitó en las pistas de la Caja Mágica. «Las instalaciones están bien aunque creo que las cosas están aún un poco desordenadas. El bote de la pelota es algo complicado ahora. Había malos botes en las pistas que entrené. Si unimos a esto la altura será complicado jugar pero aún tengo tiempo de adaptarme. Estas son circunstancias iguales para todos», añadió el mallorquín, que comenzará el torneo, en segunda ronda, ante el vencedor del choque entre Albert Montañés y Jurgen Melzer.

«Para el debut prefiero jugar bien. Independientemente de Melzer o Montañés. Con la altura Melzer es complicado y Montañés es bueno en tierra», concluyó.