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En busca de alicientes con los que redondear la temporada, Aduriz se ha encontrado con la posibilidad de moldear los números más abultados de su carrera. El delantero del Mallorca, que aterrizó el pasado verano en el club como uno de los fichajes más caros de toda su historia, ha respondido a las expectativas que generó a su llegada y aunque se quedará lejos de las cifras que estableció Dani Güiza (27 goles), se encuentra en el mejor momento de su vida deportiva. Ahora tiene por delante cuatro enfrentamientos ante «cuatro equipazos» para reciclarse y cerrar el curso como el máximo goleador del conjunto bermellón.

«Mi techo de goles (nueve) es bastante escasito, pero tengo que ver si soy capaz de superarlo», destacaba ayer el jugador donostiarra. «A los delanteros siempre nos gusta marcar el máximo número de goles posibles y si eres el que más anota del equipo, mucho mejor. De todas formas, lo importante es que el Mallorca sume puntos y si los tantos están muy repartidos también es una buena señal», añadía.

Aduriz se refirió también al pique que mantuvo con Keita al final del partido contra el Getafe. Con 2-1 en el marcador y los madrileños apretando, el guineano no vio la incorporación del vasco y el Mallorca perdonó la ocasión de sentenciar el encuentro. En cualquier caso, Aritz disculpó a su compañero: «Son cosas del fútbol. Pero con un resultado tan igualado lo importante es asegurar la victoria. El resto es secundario. En ese momento era importante meter el tercero porque nos podían haber empatado y ahora estaríamos hablando de cosas distintas», argumentaba.

Aduriz, que reconoció sentirse feliz en la Isla, subrayó el potencial del Sevilla y animó a sus ex compañeros del Athletic de cara a la final de la Copa del Rey del próximo miércoles: «Después de ver las exhibiciones que está haciendo el Barcelona, está claro que están a otro nivel. Pero el Athletic es el Athletic. A un sólo partido y en una final de Copa, con la ilusión que se ha generado, habrá que ver qué pasa. Seguro que tendrán sus opciones».

Por otra parte, Gregorio Manzano va a tener a casi todo su ejército disponible a la hora de medirse al Sevilla (sábado, 20.00 horas). El técnico jienense arrastra la baja del israelí Dudu Aouate, que lleva más de una semana recuperándose de su lesión en el aductor, pero recupera para la ocasión a Ayoze Díaz y Gonzalo Castro, que se ausentaron del último compromiso para cumplir con un encuentro de sanción. En cualquier caso, el uruguayo sufrió un fuerte golpe durante el entrenamiento de ayer, aunque todo apunta a que no tendrá problemas para viajar a la capital hispalense.

La gran duda del fin de semana volverá a estar en la portería isleña, ya que Manzano medita la posibilidad de alinear a Moyà bajo el larguero medio año después de su última actuación.