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Fernando Fernández La gran temporada realizada por el Joventut Mariana en su irrupción en la Liga Femenina y la seriedad del proyecto del decano no han pasado inadvertidos para la mejor jugadora mallorquina de todos los tiempos. Tanto, que Marta Fernández (27 años, 1'78) ha tanteado la posibilidad de enrolarse en el proyecto de la Vall. La balear, a través de sus representantes y de forma personal, ha entablado contactos con el club para plantearles su posible incorporación. Las limitaciones presupuestarias del Mariana hacen difícil una operación compleja, que supondría hacerse con los servicios de una de las baloncestistas de referencia del continente. «Es un orgullo que se haya interesado en jugar con nosotros, pero hemos marcado una línea en la confección del equipo y ahora mismo no está a nuestro alcance poder contar con una jugadora como Marta, a quien agradecemos su predisposición», explicaba un portavoz del club de la Vall, que ha logrado firmar a Eshaya Murphy (máxima anotadora del curso pasado) y renovar a Vega, Page, Villaescusa y Ocete.

Pese a que a Marta tiene contrato con el Wisla Can Pack de Cracovia, la escolta, que en unos días se incorporará a la disciplina de Los Angeles Sparks, en su segunda aventura en la WNBA, hizo saber directamente sus intenciones con motivo del encuentro que el Mariana disputó en la pista del Olesa, en el que ejerció de comentarista para la televisión autonómica catalana.

La propia jugadora entendió las argumentaciones del Joventut Mariana, e incluso les hizo saber que, de cara a la temporada 2010/11, confiaba en mantener su interés por jugar en la Isla. La única posibilidad que puede hacer viable la llegada de Marta (Jorge Méndez busca una exterior para completar su cinco base) sería la llegada de un patrocinador que cubriera el coste de la operación, todo un reto para una entidad que busca espónsor para encarar con mayores garantías su segunda campaña en la máxima categoría y afrontar el reto de la FIBA Eurocup.

Su deseo de regresar a España acelera la vuelta de Marta, que ha marcado en rojo el nombre de Sóller por la estrecha relación que mantiene con la Isla, aunque el Perfumerías Avenida también ha mostrado su intención de pujar por una estrella que quiere ser profeta en su tierra.