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El Mallorca celebra esta tarde la fiesta de la permanencia. Los rojillos, con 42 puntos en las alforjas y la salvación virtualmente sellada, quieren regalarle a su público otra tarde de buen fútbol y sonrisas. Y aunque la cita no tenga la trascendencia de semanas anteriores, tampoco es un partido más. Los bermellones llegan esta tarde al final de su Liga y con una victoria sobre el Getafe blindarían su privilegiada situación en la tabla y abrirían el desfile ante los grandes sin ninguna preocupación encima. Los madrileños, por su parte, llegan a Mallorca con el agua hasta las rodillas y tratarán de seguir la estela balear gracias a la frescura de Míchel, que se estrenará como técnico de Primera en los banquillos del Camí dels Reis (ONO Estadi, IB3, 17.00 horas).

El encuentro de esta tarde lleva mucho tiempo marcado en la agenda mallorquinista. Concretamente, desde que se confeccionó el calendario del torneo. Teniendo en cuenta lo que vendrá a partir de la semana que viene (Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal), jugadores y cuerpo técnico se marcaron el objetivo de llegar a este punto con el trabajo hecho. Y lo han conseguido. Pese a la desastrosa primera vuelta de la competición, los isleños han cogido una velocidad tremenda en la segunda vuelta y rebasaron en Huelva la barrera de los 42 puntos que, salvo contadas excepciones, garantiza el final feliz. En cualquier caso, al vestuario siguen sin salirle las cuentas. El grupo rojillo quiere adentrarse en la recta de meta alejado de toda sospecha y para que eso ocurra hay que tumbar al Getafe. Sí o sí.

Manzano afronta el compromiso con parte de su pizarra agujereada. Aouate se cayó de la lista para recuperarse de las molestias que arrastra desde el partido de San Mamés, Corrales presenta una microlesión fibrilar en el muslo derecho y tanto Ayoze como Castro seguirán el choque desde la grada para cumplir con un encuentro de sanción. Eso propiciará, entre otras cosas, que Moyà vuelva a sentarse en el banquillo cinco meses después o que la alineación se complete con algún lateral derecho (Josemi o Scaloni) desplazado a la orilla opuesta.

El Getafe, en cambio, tiene todavía mucho que decir en esta Liga. El fichaje de Míchel para los cinco partidos que restan ha traído nuevos aires para el cuadro del Coliseum, que parecía encaminado hacia el primer descenso a Segunda de su historia. La llegada del histórico ex futbolista parece haber reactivado al grupo azulón, que tendrá en Son Moix la primera gran prueba de supervivencia.

Míchel sabe que el choque contra el Mallorca es trascendental, y por eso ha estado encima de cada jugador durante cada minuto de cada día de entrenamiento. Una victoria colocaría al Getafe con 37 puntos, a sólo tres de los 40, una cantidad que podría bastarle a la hora de evitar la caída.