El Alzira puede seguir aferrándose a las matemáticas para soñar con continuar en Segunda B, gracias a la victoria por la mínima ante el descendido Eivissa. El partido fue un reflejo del por qué ambos equipos están donde están. Anodino, sin ritmo, sin ocasiones, aunque ganó quien más lo buscó. Se homenajeó al Benjamín D y Querubín Blau, campeones de liga y se guardó un minuto de silencio por la muerte del exjugador, Galindo.
Los ibicencos jugaban sin delanteros aunque empezaron apretando y gozaron de sus mejores ocasiones a balón parado. A los cinco minutos, el máximo goleador, el mediapunta Juan Carlos sirvió un córner medido que remató de cabeza Rial ajustado al palo. Paco, con una estirada retuvo el esférico.
Poco después, el propio Juan Carlos sirvió otro saque de esquina, Iván García remata y un defensor sacó en el área pequeña. Ahí se acabó el Eivissa. Los alziristas espabilaron y Quero -el mejor del partido- chutó junto al palo, tras jugada personal. Seguían los de Yoyo Ocaña llevando el peso del partido pero una y otra vez comprobaban cómo sus llegadas se diluían en la defensa pitiusa. Alfredo Santaelena decidió retirar al mediocentro Jerry para impedir su expulsión después de haber visto una amarilla y entró Raúl Garrido. Cumplido el tiempo reglamentario, Cristóbal botó un córner desde la derecha, Jaime trató de rematar en el pico del área pequeña y el balón llega a Sergio Heras. El bote, ligeramente alto, le impide rematar bien y su chut se estrella en el larguero.
En la segunda parte el equipo local mejoró con los cambios y se adelantó ante un Eivissa que no pudo no pudo reaccionar.
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