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Lluís Orfila|MAO
El poderío físico, la solvencia interior de N'Dong, la serenidad de Welsch y Kelati y una primorosa y agresiva defensa bastaron a Unicaja para sumir al Menorca en una nueva decepción, décimo cuarta en los últimos 15 partidos que padece el grupo balear (67-78). No por lógica, la derrota resulta menos dura y trascendente. Aunque el equipo de Imbroda dispone aún de opciones para soñar con la permanencia, en un elevado porcentaje se esfumaron al sucumbir ante el conjunto costasoleño.

Inconmensurables Stojic y Jeter, a los dos líderes del equipo les fallaron ayer sus acompañantes. Totalizaron entre ambos 39 puntos, con mención especial a la labor del capitán, que se fue hasta los 9 rebotes y 25 de valoración, sin dejar de significar que se erigió en referente del grupo en ambos lados de la pista, aportando además intangibles como en sus mejores tiempos. Pero con eso no le alcanzó al Menorca. Ni de lejos.

Precisaba el equipo de la colaboración de todos sus elementos, pero ésta brilló por su ausencia. Exceptuando al base y al alero croata, sólo Burtt llegó a los 10 puntos. El resto nada. Tal vez la brega de Ivanov o la intimidación de Weis podrían rescatarse en un bagaje exiguo para inquietar a un bloque como el malagueño.

Kelati, con seis puntos consecutivos, y Welsch (8), guiaron los pasos de Unicaja hacia sus primeras rentas (9-20 al final del primer cuarto). Aunque dio réplica el Menorca antes del descanso (16-22 tras doble acción de Stojic), advirtió en ese intervalo los problemas que N'Dong iba a generarle. El pívot le hizo un roto a Sundov y la renta en favor de los suyos creció a la par que se zamapaba al inoperante gigante croata (23-38 al descanso). Pero el Menorca apareció en el tercer cuarto dispuesto a reventar el guión. Jeter convirtió diez puntos, Ivanov se aplicó y Stojic ejerció de sí mismo. La diferencia se redujo a 40-44 y el Pavelló empezó a creer, pero Unicaja logró dar un ligero estirón (46-54 para cerrar el parcial).

Dispuestos a morir en cada acción defensiva, los de Imbroda se situaron a rebufo malagueño (56-60 restando seis minutos), pero les faltó convicción y acierto. Bazdaric erró un triple y Stojic otro y un par de tiros libres, lo que aprovechó Unicaja para abrir otra vez brecha, liderado por un N'Dong proverbial (12 puntos casi seguidos). Un impresionante alley hoop cerró la lucha (58-72), y con ella, una nueva oportunidad menorquina de truncar su sangrante dinámica.