No obstante, en el conjunto barcelonista también se entiende que la ventaja es suficiente como para hacer la guerra en solitario y no observar el recorrido de los rivales, como sugirió ayer Josep Guardiola, que centró toda su atención en el partido contra el Almería, donde espera que sus jugadores no pierdan la intensidad para no volver a ser vulnerables como hace unas semanas, cuando el Barca cedió de 12 a cuatro puntos la ventaja.
Ahora, tras alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones y la final de la Copa del Rey, en un periodo de siete días, el conjunto barcelonista ha cobrado mucha confianza, después de las notorias dudas que ya se expresaban en el barcelonismo por el tropiezo continuado en la Liga, tras perder dos partidos y empatar otro.
Para el choque contra el Almería, el Barcelona volverá a tener una semana más una banda izquierda limitada de efectivos, donde Josep Guardiola ha tenido que echar mano del veterano Sylvinho debido a las lesión de Eric Abidal, y la reciente de Carles Puyol.
En el resto de campo, el conjunto barcelonista dispondrá de todos sus efectivos, aunque la ausencia de Puyol debilita el marcaje personalizado en el eje de la defensa, donde la dupla Márquez-Piqué destaca más por su salida de balón y juego aéreo que en el control en corto del delantero centro, aunque en el pasado encuentro contra el Olympique, Benzema apenas entró en juego.
La recuperación de Andrés Iniesta ha vuelto a elevar el tono del Barca en el centro del campo, mientras en ataque Samuel Eto'o se reencontró con la senda del gol en la Liga de Campeones, después de cuatro partidos sin marcar, y Henry acabó como bigoleador, reafirmando su consolidación en el equipo catalán, donde Leo Messi continúa cuajando una destacada temporada.
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